La gran estafa bancaria
Florencia ganó $250.000 en un dudoso sorteo, el costo era entregar la clave de su cuenta. Conoce su historia
Hace algunos días a Florencia Ferrari la llamaron del call center de una estación de servicio muy conocida para comunicarle que había sido elegida dentro de un concurso entre millones de argentinos. Había sido seleccionada para ser la ganadora del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) y llevarse un premio muy gordo… pero todo era mentira. Se trataba de otro cuento del tío.
Javier Santana Fernández es el operador número 57. Era el encargado de contarle la buena noticia a Florencia y comunicarle que el premio que iba a recibir rondaba los 250 cincuenta mil pesos y un año de combustible gratis.
Esta persona le indica a la víctima que ingrese a un sitio web titulado shellpromociones.com, y ella descubre que en el portal estaban tanto las bases y condiciones del sorteo como también imágenes del conductor de televisión Santiago del Moro, quien fue la cara de la última publicidad de la petrolera.
«La página era muy precaria, pero estaba bastante bien armada la farsa. Encontré mi nombre entre los ganadores y cuando al call center le pregunté de dónde habían sacado mis datos me dijeron que tenían un convenio con las empresas de telefonía móvil y ellos fueron quienes les enviaron una base de datos con números y yo había salido de esa base».
Florencia no le creyó a ninguno de los telefonistas. Les habló bastante mal y les cortó, pero al otro día el teléfono sonó de nuevo. Ella no atendió y es ahí cuando empezó a cruzar los datos en internet. «Me encontré con un montón de testimonios de que todo esto era falso y que no existía ningún sorteo actual. Hubo una campaña a principios del 2020 y de ahí robaron las imágenes que estaban publicadas en la web». «Me llamaron una vez más y decidí seguirles el juego», confesó Florencia.
«Cuando les hice creer que me convencieron les consulté cuáles eran los pasos a seguir. Me dijeron que ellos iban a sacarme un turno para que me llame un chico de sistemas y me indique, paso a paso, que es lo que tenía que hacer. Pero para todo esto debía estar en un cajero, y ahí me iban diciendo qué hacer para que los autorice a hacer la transferencia».
«Acordamos un horario y fui al cajero. Me llamaron por teléfono me atendió Maximiliano Moreno, un nuevo operador». Esta persona le pidió a Florencia ingresar la tarjeta y que le lea el menú de la pantalla. En Gestión de Claves estaba la trampa. Allí, debía ingresar a Home Banking Mobile y luego apretar en Obtener Clave. Ahora reconfiguraría su usuario cuando le dijeron que ponga 11-00-11, la nueva clave.
De forma insistente le preguntaba por el ticket. «Ahora vamos a hacer el alta. Busca donde dice Tarjeta de Coordenadas e ingresa Alta de Token», al continuar el sistema le daría un segundo ticket como dijeron los delincuentes, sería el alta del dinero… «Retira la tarjeta del cajero y decime del primer ticket los datos en el renglón de USUARIO, empieza con una letra y nueve números. Bríndamelos para certificar la transferencia». Esa es la trampa. Ellos te cambian la contraseña (11-00-11) y te piden el número de usuario.
El dato gracioso y llamativo es que entre tantas idas y vueltas Florencia les preguntó por qué no les podía ella pasar el número de CBU para acotar el trámite. La respuesta del call center fue que ellos no están autorizados a pedir ningún tipo de dato.
«Tuve una actitud bastante amigable con ellos. Les agradecí y les dije que no podía creer el premio que acababa de ganar». Seguramente ellos intentaron ingresar a su sistema bancario pero Florencia no cambió nada.