Nuevo reclamo por una muerte por mala praxis en la clínica UOM en Avellaneda

Nuevo reclamo por una muerte por mala praxis en la clínica UOM en Avellaneda

La falta de compromiso, la desidia de algunos profesionales médicos y el desprecio por la salud en los lugares donde deberían honrarla pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente.

Esta semana se cumplieron 3 años de la muerte de Nicolás Guelfi, de 39 años y papá de dos nenes, en la clínica de la UOM en Avellaneda. Sus familiares se concentraron en el lugar para seguir reclamando justicia en medio de un dolor que no cesa.

En 2020, por su obra social, Nicolás fue a la guardia de esa clínica con un cuadro de convulsiones y falta de aire y quedó internado. Como el país transitaba la pandemia, fue hisopado y aislado por sospechas de covid, pero la desatención fue total.

«Estaba solo en la habitación con oxígeno, con máscara seguía convulsionando y se caía al piso. Con suerte entraba alguien a ayudarlo», cuenta su hermana Mariana.

La familia de Nicolás apunta a la clínica: «El día 14 llamé para que me pasaran el parte médico y consulté si no tenía que ser derivado a terapia por las convulsiones y los desmayos. La doctora Andrea Alfonzo Calderón me dijo que no hacía falta pasarlo a terapia. Ese mismo día a la noche, mi hermano falleció», relata Mariana.

Al día siguiente la familia hizo la denuncia y la policía secuestró la historia clínica. «En el informe se detalló que Nicolás debía estar en terapia intensiva y no había lugar. Que se pedía el traslado. La doctora Andrea Alfonzo Calderón me mintió. Nadie nos avisó que mi hermano debía estar en terapia, nadie nos avisó que no había lugar», cuenta con indignación.

En medio del dolor, la familia empezó desde ese día su lucha por saber la verdad y tener justicia. » Esa semana fui a la clínica a pedir una copia de la historia de mi hermano porque la otra la tenían en la morgue. Me dijeron que no había sistema, que la chica que daba esos documentos estaba enferma. Se me rieron en la cara. Ese día me fui llorando», dice la mujer.

Sin el resultado del hisopado no podían entregarles el cuerpo. La familia se movió, averiguó en el Instituto Malbrán, y descubrió que el PCR había dado negativo y que la clínica ya lo sabía hacía dos días. «Querían hacer pasar la muerte de mi hermano por covid. No pudieron», dice Mariana.

La denuncia por mala praxis ya está en marcha. La familia está apoyada por la ONG Por la Vida, que reúne a miles de personas con seres queridos que fueron víctimas de mala praxis en todo el país. En paralelo exigen que se apruebe el proyecto de ley que contempla la creación de una historia clínica digital y certificaciones obligatorias y periódicas para médicos e instituciones.


La abogada especializada en casos de mala praxis Vanesa Di Cataldo nos da consejos generales para actuar y tener en cuenta en este tipo de situaciones.

8 comentarios en «Nuevo reclamo por una muerte por mala praxis en la clínica UOM en Avellaneda»

  1. Es un gran círculo vicioso donde paga el paciente. La ley de ejercicio deja huecos. Médicos sin formación de especialidad pueden tomar cargo de lo que sea, y se nota donde no quedan especialistas (nivel de estrés, años de formación y mal pago, etc). Emergentologia (ambulancia y shock room), clínicos en piso general, intensivistas en UTI, cardiologos en UCO). Hueco legal también, que si sos residente de 1er año ya haces guardia como «especialista». Huecos y Huecos en cantidad de pacientes atendidos por profesional (cantidad de enfermeros, médicos, kinesiologo respiratorio), explotación sin cotnrol. En uti gracias si hay kinesio en algún turno. Terapias intensivas polivalentes, con el gigantesco crecimiento de conocimiento intensivismo y cardiología, con sus subespecialidades, es para las instituciones «lo mismo», que un solo profesional vea el «todo». Para vos o tu familiar preferirías que si es coronario estés en coronaria atendido por un cardiologo (con especialidad cumplida y actualizado, o un R1 de algo?).
    Emergentologia, clínica médica, cardiologia (que trabajen en unidad cerrada), intensivistas: sin continuidad del cuidado (te pasa guardia alguien sin conocimientos arrancas de 0, o el que viene despues hace otra cosa), sin coordinación, jefaturas, docencia etc. Sobrecarga de pacientes, sin recursos humanos (enfermeros/kinesio/otras especialidades como imágenes, neurocirugia, traumatologia, cirugia, etc de «activa». Sin recursos tecnológicos, etc. Paga magra por años de formación, horarios inhumanos, estres, violencia desde colegas/familiares, etc etc…en peligro de extinción.
    Así es la calidad de atención cuando el sistema no funciona. Y si funciona, lo hace a «pulmón», por residentes. Si auditas (público o privado), el sistema no funciona. Pasó una pandemia y no cambió nada. El que puede mejorar piensa que esta libre de pasarlo, pero pasa en público/privado/prehospitalario.
    Es triste verlo desde adentro, la ley deja huecos, los colegios y sociedades médicas miran para otro lado, no son gremio o son «dueños» de los privados, gobiernos…

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