La exjueza Figueroa contraataca: Con duras críticas reclamó que le devuelvan su cargo
El reclamo tardó pero llegó. Ana María Figueroa pidió ser restituida en su cargo como jueza de la Cámara de Casación Penal luego de que la Corte Suprema dispusiera su jubilación y el Senado aprobara su pliego para un nuevo mandato. En ese orden.
La magistrada había cumplido 75 años sin que la Cámara Alta llegara a un acuerdo para prorrogar sus funciones, por lo que la Corte, basándose en lo que dicta la Constitución, la había apartado de su cargo. Semanas después, el kirchnerismo presionó en el Senado y, aprovechando el quórum de una sesión en la que se debatieron temas sensibles como la eliminación del Impuesto a las Ganancias, votó a favor de que Figueroa continúe como jueza durante otros 5 años.
Pasaron varias semanas hasta que la magistrada movió sus fichas. Con una carta de 31 carillas dirigida al Consejo de la Magistratura no solo pidió su restitución sino que reclamó el pago de los salarios retroactivos a septiembre y exigió volver a presidir la Cámara de Casación, que actualmente está bajo el mandato del juez Mariano Borinsky. Incluso fue más allá y acusó a Borinsky de constituirse «de facto en presidente del cuerpo» con la complicidad de los demás camaristas Diego Barroetaveña, Guillermo Yacobucci, Daniel Petrone y Gustavo Hornos.
La, por ahora, exjueza dijo que fue víctima de discriminación de género por «los cuatro jueces varones» de la Corte y que el máximo tribunal incurrió en una «indebida injerencia por fuera de sus atribuciones constitucionales» al dejarla cesante. «Se cumplió el trámite constitucionalmente previsto y obtuve un nuevo nombramiento para mantenerme en mi función jurisdiccional», sostuvo y reclamó «la inmediata ejecución» del decreto presidencial por el que se la autoriza a continuar por 5 años en su cargo.
Figueroa es considerada una pieza clave por el kirchnerismo en el terreno judicial y en la Cámara de Casación, que es el tribunal penal más alto del país por debajo de la Corte Suprema. Sus fallos siempre estuvieron en sintonía con las pretensiones de Cristina Kirchner e incluso en varias oportunidades apoyó la teoría del Lawfare esgrimida por la vicepresidenta para hablar de una persecución en su contra. Antes de ser cesanteada debía fallar sobre la reapertura de la causa Hotesur- Los Sauces, pero no pudo hacerlo y finalmente la Cámara resolvió revocar el sobreseimiento de Cristina Kirchner y enviarla a juicio.