Preso e inocente

Preso e inocente

Los últimos meses de Damián fueron los peores de su vida. Tuvo que estar más de medio año preso por un delito que no cometió. Conocé en esta nota la historia de una injusticia increíble.

El 14 de septiembre de este año, Damián Salatino fue liberado del Penal 40 de Lomas de Zamora en donde pasó los últimos 9 meses. Lo sorprendente es que no cometió ningún delito. 

Todo comenzó con un episodio insignificante: le robaron la billetera. Cuando fue a hacer la denuncia a la Comisaría 4ta de Avellaneda no se la tomaron, entonces la realizó en el Registro Civil de su barrio. Renovó el DNI y el Registro, pero este último apareció más tarde. 

Su registro apareció en la escena de un robo. «Me enteré porque me involucraron en esa causa. Cuando me fueron a buscar no me encontraron porque no estaba en casa, pero rompieron todo». Hicieron un allanamiento grande como si fuera alguien peligroso.

Unas semanas después, el 21 de diciembre del 2016, a las 11 de la noche, la policía de Avellaneda detiene a Damián. El presunto delito era «robo calificado por empleo de arma de fuego, en poblado y en banda». Algo que nunca sucedió.

El detalle sorprendente. Solo habían detenido a dos delincuentes de la banda y para que la causa sea caratulada en poblado y en banda se necesitan al menos tres detenidos. Para él y su abogado, los efectivos querían cerrar esa causa y utilizaron su registro de conducir para llegar al tercer detenido que les faltaba. 

«Mi causa estaba en el juzgado de Garantías número 8 de Lomas de Zamora. El fiscal Semise estaba empecinado conmigo y me estaba acusando con un registro que fue tirado en un hecho. No tenían ningún tipo de pruebas. Al juez de Lomas de Zamora, Luis Vitale le hicieron la cabeza. Cuando mi causa pasa a Cámara vieron la situación y se dieron cuenta de que había material suficiente para darme la libertad.»

Mientras tanto estuvo 32 días en la Comisaría 4ta de Sarandí; 75 en la Alcaldía de Avellaneda y un poco más de 5 meses en la Unidad Penitenciaria 40 de Lomas de Zamora.

«Hoy no tengo nada. Ningún trabajo. No tengo vehículo ni celular. Pero al salir volví a nacer». Para él y su familia esto fue un sufrimiento enorme. «La libertad no se compara con nada. Tengo mucha felicidad y se hizo justicia.»

El 14 de septiembre le dijeron que se iba. En ese momento sintió que Dios lo tocó desde arriba. «Dos minutos antes hablé por teléfono con mi mamá y le dije que no quería pasar otro verano preso y cuando pensaba que no iba a salir más uno de los chicos de limpieza me dijo que guarde mis cosas».

Estar preso siendo inocente

«Estos meses dormí en el piso. Si entraba alguien más iba al baño». En la celda de 7 metros de largo por 3 de ancho eran 17 personas. Contaban solamente con dos camas marineras, es decir, un lugar para cuatro internos.

«Pienso que el Estado se portó mal conmigo. Estos meses no me los va a devolver nadie», explicó Damián y nos confirmó que va a accionar judicialmente por lo que le pasó. «Ese dinero tal vez lo use para estudiar derecho en la universidad», finalizó Damián. 

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