Ordenan a una concesionaria a devolverle la plata e indemnizar a una clienta por un contrato poco claro en la venta de un auto
La Justicia falló a favor de una mujer de Río Negro que entró en un plan de pagos muy poco claro por la compra de un auto y denunció a la concesionaria por estafa.
Puntualmente, la víctima accedió a adquirir un cero kilómetro con cuotas fijas y accesibles y entrega rápida. Sin embargo, la empresa sólo le proporcionó el valor de las cuotas sin especificar nunca el valor total del automóvil. Tampoco explicó que una vez que ella decidiera usar la opción de «adjudicación abreviada» las cuotas pasarían a estar atadas a la evolución del precio de fábrica del vehículo. Esto se traducía en obligaciones mensuales mucho más caras, intereses más altos y gastos de retiro no bonificados, pero nada de eso estaba detallado en el contrato. Por esta razón, la mujer resolvió dar de baja el acuerdo y reclamar que le devuelvan el dinero.
La demandante sostuvo que había entregado «los ahorros juntados por años para adquirir un vehículo en condiciones para trabajar». Una vez pagada la séptima cuota fija, el auto debía ser entregado, pero a partir de ese momento el valor de las obligaciones mensuales se triplicaba
Según los jueces, la empresa incurrió en un «incumplimiento contractual» porque hubo «un déficit de información sobre las condiciones del acuerdo para poder tomar una decisión libre». En este sentido, remarcaron que «el valor del auto debía ser informado en forma cierta, clara y detallada».
El fallo destaca que «estando la empresa en conocimiento de que los valores de los bienes aumentan mes a mes, eligió poner un monto fijo y no regular una forma de cálculo a los fines de conocer su valor actualizado». Y agrega: «Si tenemos en cuenta que la demandada al contestar la demanda afirma que la cuota seguía por igual importe y en el contrato se especifica una cuota de $ 25.000, sin más, claramente no se está brindando la información al consumidor».
Por estos motivos, la empresa deberá devolverle a la víctima el dinero de todas las cuotas más un resarcimiento por daño moral y una multa. Un caso que marca claramente cómo los derechos del consumidor se deben hacer valer.