«No hay plata»: Milei veta la reforma jubilatoria
«Es una irresponsabilidad del Congreso». Con esa frase Javier Milei anticipó que vetará el proyecto que aprobó el Senado y que actualiza la fórmula de movilidad jubilatoria con aumentos anuales adicionales pero no prevé ninguna fuente de financiamiento. Además, la iniciativa aprobada le da un plazo de 6 meses, prorrogable por 6 meses más, a la Anses para que pague la totalidad de las deudas que tiene con las provincias y con los jubilados que ganaron juicios.
En el plano político fue un duro revés parlamentario para el Gobierno porque para aprobar la propuesta se unieron los bloques de Unión por la Patria, la UCR y el PRO y el resultado de la votación fue apabullante: 61 votos contra 9. La ley, que no tiene chances de ser promulgada, establece que la actualización mensual de las jubilaciones se haga en base a la inflación, pero incluye un plus anual de aumento y establece un piso de haberes calculado en base a la Canasta Básica Total. Todo esto genera en lo inmediato un aumento retroactivo del 7,2% en todas las jubilaciones.
Una vez terminada la votación y ya con el proyecto aprobado, desde la Casa Rosada emitieron un comunicado en el que adelantaban el veto y demonizaban a los legisladores que aprobaron la iniciativa. «El Presidente Javier Milei, tal cual se comprometió con los argentinos, vetará el proyecto aprobado hoy por el Congreso de la Nación que tiene como único objetivo destruir el programa económico del Gobierno», dice el texto. Y agrega: «El Congreso Nacional, en un acto de populismo demagógico, sancionó un proyecto de ley irresponsable, ilegal e inconstitucional que establece gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria, lo que implicaría necesariamente que el Gobierno vuelva a caer en las viejas prácticas de la emisión monetaria, el aumento de impuestos, o el endeudamiento, que son las mismas recetas que nos han llevado al fracaso durante los últimos 100 años». Y para cerrar apunta a todos los bloques que dieron su apoyo a la medida: «Tenemos plena conciencia de que la clase política quiere forzar al Gobierno a oponerse a esta medida demagógica para anotarse una victoria política, pero como el Presidente de la Nación ha dicho en innumerables oportunidades, nosotros preferimos decir una verdad incómoda a una mentira confortable».
El presidente ya había anticipado que vetará todos los proyectos que pongan en riesgo la meta de déficit fiscal cero. Por eso, durante la sesión, los negociadores oficialistas buscaron a toda costa modificar partes del proyecto para que la iniciativa vuelva a Diputados. Básicamente desde la Casa Rosada consideraban inadmisibles tres puntos: Una actualización prevista para marzo de cada año con una base del 50% de la variación del RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estatales) y un 50% del IPC; un piso de 1,09 veces la Canasta Básica Total para todos los haberes y un plus adicional de aumento del 8,1% para empatarle a la inflación de enero, que fue del 20,6%.
Según el Gobierno, la nueva ley aprobada implica un gasto adicional del 1,2% del PBI y obligaría al Estado a contraer deuda.
El que sorpresivamente apoyó el veto, aún en contra de lo que votaron los senadores de su propio partido, fue Mauricio Macri que sostuvo que «no se puede discutir la necesidad del equilibrio fiscal».
Así las cosas, los jubilados tendrán que seguir esperando y conformarse con los aumentos y los bonos que, a grageas, da el Gobierno mes a mes.