La importancia de la mediación
Antes de un largo y costoso juicio, mejor llegar a un acuerdo. Las claves en esta nota:
El caso de Sandra se resolvió en una mediación. Ella ya tiene más de 60 años y vive en la provincia de Buenos Aires. La abogada Vanesa Di Cataldo, especialista en daños nos comentó que la señora fue a consultarle por un tema previsional y mientras hablaban notó que al mover el brazo se le hacía una especie de curva mientras lo subía y bajaba. En teoría, Sandra creía que eso fue producto de una fractura después de un accidente pero no de una mala praxis como en realidad era.
El detalle es que los médicos nunca operaron, sólo la enyesaron. «Este caso se trataba de un tema médico y necesitaba que la vea un médico legista porque siempre es importante que examine la situación un profesional. Nosotros somos abogados y no sabemos de medicina».
Después del análisis médico se llegó a la conclusión que la soldadura del hueso no se realizó en las uniones, si no uno encima del otro y esto implicaba un error médico grande de parte de quién lo había llevado a cabo. «El caso se llevó a mediación. Se citó a la clínica, al médico y a la obra social entendiendo que eran todos responsables solidariamente por lo que había ocurrido y esta señora, después de seis meses pudo cobrar una indemnización que le permitió construir su vivienda», explicó la abogada.
Entonces, ¿por qué es importante una mediación?
Di Cataldo señaló que la mediación tiene como finalidad que la gente se vea las caras y pueda arribar a un acuerdo sin necesidad de todo el estipendio judicial que implica un juicio. «Muchas veces, viéndose las caras se puede llegar a un acuerdo».
En los casos de daños y perjuicios es totalmente obligatoria. «En el caso de mala praxis si o si deben pasar por esta instancia. Además, el proceso es totalmente confidencial y no queda ningún registro de lo ocurrido, salvo la asistencia de la gente. Se citan a todos los que se consideran responsables y no hay ni prueba, ni oficios, ni testigo. Esto no es un juicio».
Si se cierra sin acuerdo se va a juicio. Si se cierra con acuerdo, se homologa y se firma, y tiene la misma autoridad que una sentencia en cuanto al cumplimiento y ahí se termina. «Con la mediación se tiene resuelto el caso en tal vez 6 meses».
La otra pregunta importante es quién es el mediador. Se trata de un abogado especializado matriculado en el Registro de Mediadores. No es juez ni árbitro y su función es escuchar a las personas en conflicto, facilitarles el diálogo y ayudarlas a encontrar una solución adecuada al problema.
Al mediador se lo elige de diferentes maneras. Puede ser por acuerdo de partes o por sorteo ante la mesa de entrada del tribunal actuante. También lo puede proponer el reclamante a la otra parte, aunque debe ofrecerle también un listado con el nombre de otros mediadores para que, si lo desea, pueda elegir otro. El juez también puede participar en la elección del mediador.
Un dato importante respecto al «arbitro»: las partes pueden tomar contacto con el mediador antes de la fecha de la audiencia solo para hacerle saber cuáles son sus pretensiones.
Un dato importante a remarcar es que las partes tienen la obligación de ir a las audiencias de mediación. No pueden ser representadas por otra persona con un poder especial que le dé tal vez un escribano. Sólo si viven a más de 150 km del lugar donde se realiza la audiencia las partes pueden hacerse representar por un apoderado.
Otra de las obligaciones es ir con abogado. Si eso ocurre queda asentado en el acta que estuvo ausente salvo que acuerden una nueva fecha de mediación para reparar la falta. Además, se les puede aplicar una multa.
Una pregunta recurrente en Defiendase.com es qué pasa cuando se llega a un acuerdo y existen menores o personas incapaces. Aquí una vez más interviene el juez. Es quien debe revisar el convenio para garantizar el cumplimiento de los derechos de esas personas.
Si no se cumple con el acuerdo alcanzado en mediación un juez puede obligar al incumplidor a que haga lo pactado en el acuerdo.