Jazmín quiere vivir

Jazmín quiere vivir

No recibe su medicación, IOMA no cumplen y la justicia no hace nada. Conocé su historia

Jazmín tiene 24 años. Padece fibrosis quística del páncreas y desde diciembre no recibe los medicamentos que hacen que su vida no sea un calvario diario. Las palabras de ella al comunicarse con Defiendase están llenas de miedo: «las necesito para vivir». Esta es su historia.

Por mi enfermedad tengo totalmente comprometidos los sistemas respiratorios y digestivos, ambos aparatos están vinculados. Si uno está estable, y el otro está comprometido, o no está en un buen estado, el que está bien pasa a tener un diagnostico negativo. En ocasiones mi intestino delgado se mete dentro del grueso y eso termina en una internación, explicó Jazmín.

«Pasé 15 días sin medicación y fue lo peor que me pudo pasar en la vida», confesó. En él mientras tanto conoció a personas con la misma patología. Ellos, a raíz de un pedido de ayuda publicado en las redes sociales le donaron cierta cantidad de pastillas, pero más no podían, las tienen contadas.

«El 15 de abril recibí solo 5 envases de mi medicamento. Eran 45 los que había pedido a IOMA a fin del año pasado. Ahora me quedan solo dos. Fraccionando cada dosis me alcanza para quince días y lo tengo que hacer sin desayunar ni merendar».

Me enviaron la orden de provisión y dicen que el pago al proveedor está hecho. Me dicen que me van a entregar la medicación y eso no sucede. A la vez, IOMA me dice que le reclame al proveedor, cuando son ellos los que deben ejecutar el reclamo, detalló. «Creen que entregarme los medicamento en una semana o en un año es lo mismo».

«Mi páncreas no funciona. No puedo digerir nada». No puedo comer y yo me pregunto cuánto tiempo puede sobrevivir una persona sin comer, solo ingiriendo gelatina y té, y si no tengo una buena nutrición, mis pulmones se deterioran también.

«Me sacaron la herramienta judicial que tenía»
La causa tramita en el Juzgado Civil y Comercial número 3 de dolores a cargo del juez Santiago Cremonte. El Dr. Nelson Ruíz, abogado de Jazmín nos explicó que en 2011 iniciaron un amparo al no tener respuestas. El 5 de marzo pasado consiguieron una medida cautelar y se le ordena a IOMA la entrega de los 45 packs necesarios bajo el procedimiento de aplicar astreintes (multa diaria por cada día de incumplimiento). La multa era, primero, $1000 por día de retardo, luego fueron $2.500.

«El 28 de abril, el titular del juzgado dice que no podía poner más astreintes a IOMA porque estábamos en medio de una emergencia sanitaria (COVID19)», explica el Dr. Ruíz. El 30 de ese mismo mes, el juez sentencia que no aplicará más multas y ordena que cada parte tendrá que pagar las costas del proceso judicial».

La familia de Jazmín apeló el 4 de abril. «La cámara contenciosa-administrativa de Mar del Plata tendrá que resolver la situación. Esperamos una respuesta rápida».

La enfermedad no tiene cura. Se la llama «la gran simuladora», dice Jazmín. Agrega también que ella no tiene síntomas ni se le ve ningún problema físico «a menos que convivas conmigo y notes las cosas que tengo que hacer diariamente para tener la vida de una persona normal. Me nebulizo todos los días una hora y media a la mañana y a la noche. Si no lo hago, mi pulmón se apelmaza y no consigo el oxígeno que necesito».

«Por día tomo 25 enzimas diarias, vitaminas y antibióticos. Cuando llegó el coronavirus me aislé completamente. Mi cuerpo era el lugar perfecto para el COVID porque mis pulmones no tienen las defensas para pelear. Pase a ser una persona de alto riesgo. Si me llego a contagiar, definitivamente no hay forma de recuperarme».

«A quién deba hacer algo le digo que por favor hagan lo que tengan que hacer para que mañana tenga la medicación conmigo»…»En enero tendría que haber llegado una provisión para 6 meses y yo la pandemia la pasaba sin ninguna preocupación. Está mi vida de por medio», concluyó.

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