Highton de Nolasco: «Hay mil denuncias de violencia de género por mes»
En esta última parte de la entrevista realizada por Luis Otero, la jueza habló del rol de la justicia y de los jueces frente al femicidio. En esta última parte de la entrevista realizada por Luis Otero, la jueza habló del rol de la justicia y de los jueces frente al femicidio.
Estos días fue encontrado sin vida el cuerpo de Carina Drigani, la fisioterapeuta cordobesa que estaba desaparecida 24 horas después de denunciar a su ex pareja por violencia de género. Este fue el último hecho que se hizo público después de los casos de Wanda Taddei, Melina Romero, Angeles Rawson, Rosana Galliano, María Marta García Belsunce, Lucila Yaconis, Paulina Lebbos, Nora Dalmasso, María Soledad Morales, entre tantos. En esta última parte de la entrevista a la vicepresidenta de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco, Luis Otero le preguntó, ¿cómo se hace a nivel nacional para que el «NIUNAMENOS» no sea una frase armada?
«Creo que las oficinas de violencia domestica son una solución. Ciertamente la violencia ya ocurrió, cuando llegan ya han sido golpeadas o tienen alguna violencia ejercida, pero previene cosas peores como el femicidio», respondió la jueza de la Corte.
Highton, además de ser la vicepresidenta del máximo tribunal de justicia de la nación, es la presidenta de la Oficina de Violencia Domestica (OVD) de Capital Federal, un proyecto de la Corte que cada vez arroja cifras más impactantes.
«A la OVD no vienen casos de un tipo de violencia pura. En el 95 por ciento de los casos tenemos violencia psicológica y en el 70 tenemos física. Pueden venir combinadas como la social, que implica que la pareja no la deja ver a su familia o hace sabotaje con sus amigos. También está la violencia económica y ocurre cuando no se la deja trabajar o que no le da la plata suficiente para comprar lo necesario acorde al estatus que tiene la familia. Otro tipo de violencia que existe es la sexual y no hay mucho que explicar, ocurre cuando hay violación en el matrimonio» detalló la magistrada.
No sólo las mujeres se acercan a la oficina de la Corte. Highton explicó que tienen un ocho por ciento de hombres que denuncian violencia tanto física como psicológica, simbólica o social.
Hay soluciones que aportan, pero dijo que no siempre se puede tener un ciento por ciento de protección, ¿cómo se mejora eso?, preguntó Otero.
«Un ángel de la guarda al lado de cada persona no se puede. Esto es algo imposible. La oficina hace una evaluación del riesgo. El medico constata las lesiones lo que permite que se hagan las denuncias ante los juzgados civiles y penales. Luego los jueces dictan medidas. Pero la malla total de protección no se da, pero en la mayor parte de los femicidio no son los que han pasado por la OVD. Puede haber uno o dos».
El crimen del country, un caso que sí pasó por la Oficina de Violencia de la Corte.
«Claudia Schaefer y Fernando Farré estaban negociando los términos del divorcio. El 3 de agosto del 2015 ella lo denunció ante la Oficina de Violencia Domestica por violento y calificaron la situación como «bajo riesgo». El 21 de ese mes fue la fecha que eligieron para que ella tomará sus pertenencias del Country Martindale de Pilar, pero Farré encontró la manera de asesinarla.
La jueza de la Corte afirmó que Claudia fue descuidada porque todos estaban afuera, «en vez de estar acompañando a la persona que estaba buscando sus cosas personales. Eso paso porque son distraídos y no han tomado el riesgo alto o medio alto».
«Hay jueces que se preguntan si son ciertas las denuncias por violencia doméstica porque las parejas están hace 14 años juntos. Y son ciertas porque son ciclos en donde vienen los te amo y te odio y vienen con las lunas de miel y es un ciclo en donde hay una relación sadomasoquista. Una relación circular. Hay momentos en donde, después del acto violento hay un me arrepiento, te quiero, te lo hice porque estoy celoso porque te quiero siempre está él no lo voy a hacer nunca más y con esto todo se va perdonando».
Lamentablemente el abordaje no se da en todas las provincias de la misma manera, señaló Otero.
«En todas no. Yo tengo el convenio con las 23 provincias. De estas, han puesto OVD Santiago Del Estero que tiene cuatro, en Tucumán hay dos. En Santa Cruz está la de Rio Gallegos y Caleta Olivia y Salta tiene una».
No me nombró provincia de Buenos Aires…
«El conurbano no lo nombré porque no ha puesto ninguna, si bien ha sido la primera provincia en firmar el acuerdo en 2008. Tienen otros sistemas como la comisaria la mujer, pero la gobernadora Vidal está muy interesada y aparentemente van a poner varias OVD «.
«Siempre hay casi 1000 por mes de denuncias propiamente dichas. Cuando abrimos la Oficina había cerca de 500 pero también era porque no se conocía. Cada vez se conoce más y la gente tiene más confianza porque sabe cómo la atienden. Hemos ampliado, pero nunca alcanza porque hay mucha denuncia y hay mucha concientización, lo que hace que la gente diga que no se puede aguantar lo que le pasa».
Más denuncias implican más soluciones a casos particulares, pero ¿habrá menos violencia?
«Yo no puedo medir la violencia. Yo se los casos que tengo y lo sé porque tenemos los datos del 2014 y ahora en junio vamos a tener los del 2015», respondió Highton y explicó que los registros los realizan con los datos que les envían todas las Cortes del país.
«En el año 2014 hubo 225 mujeres muertas. Para mí la figura más espeluznante son los chicos que quedan huérfano de madre. Si uno hace la progresión calculo que serían 341 niños que quedaron sin madre. Lo que implica más de un chico y medio por mujer muerta».
¿Qué hacemos con el violento?
«Hay programas para tratar a hombres violentos, que en realidad nosotros no lo tenemos porque esto no sería nunca competencia de la Corte», y señaló que la Oficina de la Mujer le ha presentado un programa que fue rechazado porque ya con la OVD están casi al límite porque es la única Corte del mundo que la tiene.
«A la Oficina de Violencia Domestica la tenemos porque yo no tengo duda que dar acceso a justicia con distintos métodos es misión del Poder Judicial como uno de los tres poderes del Estado. Nosotros tenemos la política de estado que debe dar acceso a justicia por distintas formas y no solo como máquinas de hacer sentencias. Los jueces tenemos muchas más cosas que hacer que hacer sentencias, sin menguar a estas», finalizó la jueza del máximo tribunal de justicia.