El Senado rechazó los pliegos de Lijo y García Mansilla y hay incertidumbre sobre el futuro de la Corte

En lo que puede leerse como la peor derrota legislativa desde que asumió el poder, el Senado le dio un duro revés al Gobierno al rechazar los pliegos de Manuel García Mansilla y de Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema. Ambos jueces fueron designados por Javier Milei por decreto y en comisión, e incluso García Mansilla ya había jurado en el Máximo Tribunal. Ahora se abren interrogantes sobre qué pasará con su futuro.
En teoría, sin el aval del Senado las designaciones se caen, pero el Gobierno habló de una politización de la justicia y sostuvo que buscará mantener en su puesto a García Mansilla hasta fin de año. El propio juez había dicho que como ya asumió, la única forma de removerlo es con un juicio político, aunque en las últimas horas trascendió que estaría evaluando su renuncia.
En este sentido, la propia justicia ya le puso un freno a García Mansilla. El juez federal Alejo Ramos Padilla dictó una medida cautelar para prohibir al magistrado intervenir en las causas que tiene la Corte. Y justificó la decisión al sostener que la legitimidad del magistrado se encuentra cuestionada y que «sus sentencias podrían ser declaradas inválidas y se podría resquebrajar el sistema judicial».
Además, Ramos Padilla criticó el DNU que usó Milei para designar a los jueces y sostuvo: «por tratarse de un mecanismo que busca evadir la falta de acuerdo del Senado y forzar con los hechos la designación de las personas propuestas, el decreto 137/2025 produjo una afectación de la división de poderes, de la independencia e imparcialidad judicial y, en síntesis, del debido proceso constitucional»,
Con respecto a Ariel Lijo, que todavía no asumió, la cuestión está más clara. Sin el aval del Senado, no podrá jurar en la Corte y deberá volver a su puesto como juez federal, al que no renunció ante la posibilidad de que sucediera lo que finalmente sucedió este jueves.
El rechazo de la Cámara Alta no sólo incluyó los votos del kirchnerismo, sino también de habituales aliados del Gobierno como el PRO y la UCR. Incluso el propio juez de la Corte Ricardo Lorenzetti dijo que la el resultado de la votación del Senado es «respetable» y aunque aclaró que renunciar es una decisión personal de García Mansilla sostuvo que él «nunca hubiera aceptado ser designado por decreto».
Ahora Javier Milei debe digerir la derrota y pensar en el futuro.Habrá que ver si escucha el freno del Congreso o redobla la apuesta.