Cuota alimentaria ¿Hasta cuando la pago?
Si bien la pregunta se la hacen muchos padres, la respuesta varía según el caso. En esta nota te contamos dos casos sobre Alimentos que llegaron a Defiéndase y el mejor modo de resolverlos.
En las últimas semanas llegaron a Defiendase varias consultas que tienen que ver con la conflictiva cuota alimentaria. Para este artículo, nuestro equipo seleccionó algunas de esas preguntas y entrevistó a la Dra. Laura Calogero, especialista en temas de familia para saber cómo resolver la cuestión.
El caso de de Fabián
El primer caso es el de Fabián. En su mail nos detalla que por distintos problemas con su ex mujer no tiene dialogo con su hija Carolina, de 22 años, a quien todavía le aporta un 20% de su sueldo, por un oficio en la justicia. Su pregunta es, ¿hasta cuándo le corresponde pagar?
La cuota alimentaria es fija y es obligación de los padres hasta los 21 años de edad. Esto quiere decir que, el chico que es mayor de edad (entre 18 y 21 años) tiene derecho a percibirla del padre no conviviente. En caso de ir a juicio puede hacerlo por sus medios o continuar con aquel juicio de alimentos que había iniciado el otro padre.
En el caso de Fabián, hay un embargo trabado con anterioridad a que Carolina cumpla la mayoría de edad. Si este embargo subsiste, él tiene varias alternativas, la primera es pedir el levantamiento porque su hija ya cumplió los 21 y la obligación legal cesó.
En segundo término, sí quisiera sostener la prestación alimentaria hasta los 25 años, porque su hija dice que no puede trabajar porque estudia, es su hija quien debe acreditar eso. En este caso se debe justificar un impedimento de trabajo por estudio, detalló Calogero.
Si bien estas son situaciones que desde lo moral son enojosas porque es muy feo que un hijo le haga juicio a su padre o que este vaya en contra de la manutención de su hijo porque cree que se puede mantener, están en la ley.
Lo que le pasa a Alicia
Ella nos cuenta que su ex marido dice que no puede pagar la cuota alimentaria y ante esto quiere saber si él se tiene que quedar con la tenencia de uno de sus hijos.
Esta es una situación que pasa muchas veces cuando el padre que no convive con los hijos manifiesta que no puede seguir con el pago. Es muy difícil que un juez diga que ante esto los chicos deban irse con el otro padre.
La opción que plantea Alicia es poco probable. En general el padre alimentante tiene que lograr conseguir una asistencia lo suficientemente adecuada para sostener la vida de los hijos, y, además, si no consigue dinero para pasarlo en una cuota, difícilmente lo consiga para sostener la vida diaria.
Es muy raro que ocurran estos casos porque los chicos tienen sus rutinas y su forma de vida. A veces los padres separados no viven en el mismo barrio y una decisión así implicaría cambiarlos de escuela y/o de club. Si un juez lo ordena, la realidad de los menores cambia totalmente. Los alejaría de sus amigos o incluso de sus hermanos, y eso es lo último que se le ocurriría a un magistrado.
La separación de un núcleo familiar debe ser lo menos traumática posible para los chicos, y ya lo es si los papás se separaron. No se puede seguir desmembrando la familia y por esa razón estos tipos de planteos no tienen una acogida favorable, dijo la abogada.
En general, para cambiar la tenencia tienen que suceder muchas circunstancias, por ejemplo, que los padres estén de acuerdo. A veces un padre viaja por trabajo y le cede el cuidado al otro. También puede ocurrir si uno de los padres tiene una enfermedad o ante alguna situación extrema como ocurre con las adicciones.