Pulgar para abajo al pulgar para arriba
La justicia de Rio Negro falló contra un hombre que fue despedido tras faltar 9 veces a su trabajo en un mes por haber malinterpretado un emoji con el que la empresa le contestaba por whatsapp a sus solicitudes.
En su demanda el empleado relató que les mandó un pedido a sus superiores para ausentarse y recibió como respuesta un emoji con el pulgar para arriba. Según explicó, él interpretó ese símbolo como una aprobación y repitió el procedimiento otras 8 veces, siempre por whatsapp y siempre obteniendo la misma contestación.
Sin embargo, el tribunal consideró que el emoji en cuestión sólo era una constancia de recibido y que de ninguna manera podía interpretarse como una aprobación sin estar acompañada por algún otro tipo de comunicación.
Los jueces explicaron que los símbolos de whatsapp son muy limitados y que «no son signos inequívocos que exterioricen una manifestación de voluntad».
Por esta razón, rechazaron la demanda del empleado y dieron por justificado su despido.