Según la UCA, hay un 32,9% de pobres
El equipo de investigadores de la Universidad Católica Argentina publicó el último estudio que habla de cuántas personas viven bajo la línea de pobreza e indigencia.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) presentó un nuevo informe titulado Pobreza en la Argentina urbana que revela las nuevas cifras de la desigualdad en nuestro país.
Los datos que brindó Agustín Salvia, director del equipo de la UCA, arrojan que desde fines del 2015 al tercer trimestre del 2016 se sumaron al índice de pobreza 1,5 millones personas. Ahora, la cifra total ronda cerca de 13 millones de argentinos en esa situación, y es equivalente al 32,9% de la población.
El nuevo número que se ha medido proviene del tercer trimestre del año 2016, explicó el investigador y agregó además que la tasa de indigencia actual es del 6,9%.
Desde la UCA aseguran que la devaluación y la inflación son los principales responsables, porque produjeron una importante reducción en el poder adquisitivo de la población. Este fenómeno reveló además que son los niños de entre 0 a 14 años los más afectados porque reciben la menor parte de los ingresos dentro del hogar.
El informe recuerda que el acceso a la educación de calidad, a la salud, a la infraestructura y a un empleo digno, son derechos sociales básicos y más del 50% de los hogares de nuestro país carecen de ellos.
En la presentación del nuevo estudio, Salvia dijo que los programas sociales fueron compensadores de la indigencia, y que los más pobres fueron perdiendo changas y la gente tuvo un nivel de empleo más bajo. En definitiva, el dato actual señala que el porcentaje de población que goza del pleno empleo descendió del 43% al 41,4% entre el 2015 y 2016.
Además, el investigador de la UCA admitió que nuestro país está inmerso en una crisis, pero muy lejana a la situación de pobreza que tuvimos en el periodo 2000-2002, superior al 54%.
Cuando le preguntaron que sí el gobierno tomó las medidas necesarias para reducir la pobreza, Salvia respondió que el planteo de este año no fue cómo reducirla, sino cómo salir del estancamiento económico. No se apuntó a resolver la pobreza en este periodo, sino en tal caso a contenerla junto a la indigencia.
¿Cómo se revierte esta situación?
En materia de pobreza por ingreso, la situación se resuelve fundamentalmente con más y mejores trabajos y remuneraciones. Cuando los hogares tienen esto, lo que ocurre es que tienen más capacidad de cubrir las canastas básicas y alimentarias que requieren para no ser pobres.
El promedio de dinero para no ser pobre debería ser de $4100, y para salir de la indigencia $2200, señaló.