¿Sabés que es el autismo?

¿Sabés que es el autismo?

En nuestro país, más de 400 mil personas necesitan de forma urgente que el Estado reglamente una ley ya aprobada. ¿Cómo se manifiesta esta enfermedad? ¿Cómo se trata? ¿Qué signos debo tener en cuenta para detectarla? Todo en esta nota de Defiéndase.

Abril es el mes de la toma de conciencia sobre el autismo. Por eso en Defiendase hablamos con la psiquiatra infantojuvenil Alexia Rattazzi (M.N. 101.875). Ella nos explicó que el autismo solamente es un cuadro que tiene que ver con el desarrollo cerebral temprano y se caracteriza por los desafíos que hay a la hora de interactuar socialmente con otros y por tener también intereses o conductas muy repetitivas o restringidas. 

La especialista señaló que, en la mayoría de los casos, las alarmas aparecen a los dos años, pero que el primer pronostico se suele dar recién a los cuatro y ese tiempo en el medio está perdido. Para ayudar a los chicos, hay que saber cuáles son las señales:

Todo lo que se haga en los primeros cuatro años de un niño le cambia radicalmente el futuro, dijo y agregó que el tratamiento temprano es fundamental incluso para su familia. 

LA SITUACION ACTUAL 

Hace dos años, se aprobó por unanimidad la Ley 27.043 que permite el Abordaje Integral de las Personas con Trastornos de Espectro Autista en todo el país, pero lo que falta es que el Poder Ejecutivo la reglamente.

Esta norma habla de la detección sistemática y de la investigación, pero también nos permitiría a todos los argentinos tener datos locales, información sobre la prevalencia, conocer la efectividad de los tratamientos a nivel local y dar una cobertura al 100 por ciento de los tratamientos.

El autismo no respeta nacionalidades, razas, clases socioeconómicas, edades ni géneros. Hoy hay más casos a pesar de no tener estadísticas en nuestro país. En los lugares que sí las tienen hay un autista cada 68 personas.

Respetando esa cifra, en nuestro país habría más 450.000 familias afectadas por esta problemática, calculó Rattazzi.

FACTORES DE RIESGO

De apoco se están descubriendo los factores de riesgo y es muy importante conocerlos para poder prevenir. Hay de dos tipos: los genéticos, que muy poco se puede hacer porque es lo que natura da y los ambientales, que tienen que ver con la contaminación, con la concepción del embarazo y causas posnatales.

La elevada edad a la hora de concebir un niño es un factor del riesgo. Otras cuestiones que tienen que ver con el embarazo son las infecciones, inflamaciones, fiebre, medicamentos y contaminantes ambientales. Tener un hijo prematuro es otro factor después del parto.

Se deben evitar también las comidas con conservantes, colorantes o con mucha azúcar. Hay que consumir verduras y frutas, recomendó.

Un dato a tener en cuenta. La alta exposición a la televisión en los primeros tres años de edad durante horas es un alto factor de riesgo. Este elemento es totalmente pasivo para el receptor y no permite interactuar. Es el caso del teléfono o una tablet, y es ahí cuando el desarrollo de habilidades de interacción social del menor no se logra.

Un niño no necesita un televisor, dijo la especialista y definió que lo único que requieren es un ser humano que interactúe con ellos para desarrollar, en el cerebro todo lo que tiene que ver con la comunicación y la interacción social. Juguemos con los chicos, no los pongamos delante de la tele, aconsejó.

Otro factor sucede con algunos anticuerpos de la mamá. Estos sirven para proteger al organismo de los agentes externos, pero a veces pasan a través de la placenta y encuentran, como algo agresivo a algunas proteínas del cerebro fetal.

El autismo se empieza a notar al año de edad, pero si vos ya tenés algunos indicadores, como una madre con estos anticuerpos o bien al hermano mayor con autismo, debes seguir muy de cerca ese caso ante la primera alarma. A ese chico le vas a cambiar la trayectoria de desarrollo por haber empezado el tratamiento desde el principio.

Cada caso es diferente y por eso se tiene que pensar bien en el perfil de esa persona. Hay que ver cómo es su familia y con qué recursos cuenta. Cuando vos captás qué le interesa, esa es la vía de entrada para enganchar y trabajar juntos. Por ejemplo, si uno de los chicos se lleva muy bien con las mascotas lo mejor es hacer terapia con animales, explicó.

El consejo que damos desde Defiendase es conocer las señales de alarma. Si ocurre eso, la mitad del partido está ganado porque podemos detectar el autismo en los niños para después iniciar el tratamiento. El otro punto es algo más humano, respetar e incluir.

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