No quiere ir a juicio: Cristina apeló los fallos de casación sobre Hotesur y el memorándum
Como en una jugada de ajedrez, la vicepresidenta esperó a que el Senado dejara las piezas del tablero dispuestas para hacer su última jugada: con el pliego de la jueza Ana María Figueroa aprobado, pidió la nulidad de las causas Hotesur – Los Sauces y el Memorándum con Irán, en las que había sido revocado su sobreseimiento.
El principal argumento de Cristina fue que ambos fallos fueron emitidos por la Cámara Federal de Casación Penal sin el voto de la jueza Figueroa, a quien la Corte Suprema había apartado por considerar que ya había cumplido la edad para jubilarse, que es de 75 años.
Según la defensa de la vice, ambas decisiones de la Cámara son de «dudosa constitucionalidad» porque sólo contaron con dos de los tres votos, algo que en realidad está habilitado por ley.
El texto de la apelación, presentado por los abogados Ary Llernovoy y Alberto Beraldi, dice: “La Sala que dictó el fallo quedó indebidamente constituida sólo por dos jueces, habiendo sido excluida de la resolución del caso la tercera magistrada a través de una decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que no registra antecedentes similares y que resulta contraria a la práctica seguida con relación a otros magistrados que se encontraban en idéntica situación a la de la jueza Figueroa”.
A todo esto, todavía falta que el presidente Alberto Fernández firme el decreto que devuelva a Figueroa a su cargo. Al interior del oficialismo crece la tensión porque Fernández se demoró inexplicablemente en emitir el DNU, algo que se lee como un roce más con la vicepresidenta pero que se descuenta que se resolverá en las próximas horas.
Cristina está acusada de asociación ilícita y lavado de dinero en la causa Hotesur – Los Sauces y de encubrimiento en la causa por el Memorándum con Irán. A mediados de septiembre, la Cámara Federal de Casación Penal había revocado su sobreseimiento en ambos casos y ordenó que se hagan ambos juicios orales. Según fuentes judiciales, el camino de la apelación seguramente terminará en la Corte Suprema, la misma que apartó a Figueroa.