Motosierra a los salarios: el Gobierno quiere paritarias en torno al 1%
Después de lograr que el mismísimo Hugo Moyano, acostumbrado a cerrar acuerdos salariales altísimos para Camioneros, acepte un aumento del 5,5% dividido en 3 meses, desde el Gobierno ahora impulsan una serie de parámetros para que las subas de sueldos no pasen la línea de la inflación.
En concreto, con los precios medianamente estables tras un año de recesión y caída de consumo, desde la Rosada celebran una incipiente mejora en los indicadores del empleo formal, hablan de un quiebre de tendencia tras 11 meses de caída y buscan que esa moderada reactivación no impacte en la inflación. Por esa razón, quieren que los acuerdos salariales no superen el 1% mensual, de manera de que no haya traslado a precios.
Esto, por supuesto, fue celebrado por las empresas que buscan recomponer su producción y apuestan a una mejora en sus balances durante 2025, pero es rechazado por los gremios, que insisten en que pese a la tibia evolución de los salarios, la plata sigue sin alcanzar. Un dato incuestionable que apoya esta postura es que, según los propios números del Indec, un tercio de los trabajadores formales está bajo la línea de la pobreza.
Pero las malas noticias no terminan ahí para los sindicatos. Otro de los cambios que impulsan desde el Gobierno es que las discusiones salariales se den de forma individual con las empresas, lo que les restaría fuerza y poder de negociación. A su vez, desde el Ministerio de Trabajo deslizaron la posibilidad de que se empiecen a revisar los convenios colectivos de cada área.
Con un escenario de inflación estable, la motosierra de la que hace gala Javier Milei parece ahora apuntar a los gremios. Algo que tensa la cuerda y anticipa conflictos de los que, por ahora, el Gobierno siempre salió bien parado.