La Ley Benjamín llegó a la Legislatura Bonaerense para proteger a los niños con altas capacidades.
El proyecto surgió a partir del caso de un niño que completó primer y segundo grado en 2020 y el año pasado fue presionado por el Ministerio de Educación provincial para retroceder. La Justicia falló en favor de Benjamín, que hoy le da nombre al proyecto de ley impulsado por Caludio Frangul.
En los últimos días, el diputado provincial de Juntos, Claudio Frangul, presentó un proyecto en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires que contempla las altas capacidades intelectuales para buscar la detección temprana de estos casos y la generar un área en la Dirección General de Escuelas para que las familias tengan cierto grado de asesoramiento.
Esta iniciativa surgió a raíz del caso de Benjamín Equiza, un niño superdotado, de 7 años, que en plena pandemia consiguió avanzar los niveles de primer y segundo grado. Todo marchaba sin inconvenientes hasta que el año pasado, mientras el chico transitaba tercer grado, se enteró que por decisión de la Dirección de Escuelas bonaerense debía retroceder y volver a segundo año.
Frente a esta situación sorpresiva, los padres de Benjamín, representados por la abogada Fabiana Rogliano, llevaron el caso a la Justicia, ámbito en el que recibieron la sentencia favorable del juez Atencio, en el Juzgado de Garantías N° 1 del Departamento Judicial de La Plata, y la ratificación de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo.
Frangul llevó su proyecto a la Legislatura bonaerense para establecer un marco regulatorio para la detección y abordaje integral para niñas, niños y adolescentes de nivel inicial, primario y secundario con altas capacidades intelectuales. Estos chicos deben ser atendidos en forma personalizada porque sino pueden sufrir estrés y frustraciones; para ello se propuso la implementación de programas de capacitación en altas capacidades intelectuales tanto para los docentes activos, como para los espacios de formación docente.
Además, la iniciativa incluye sanciones en el caso de incumplimientos por parte de las escuelas y legitima el accionar de los padres o representantes legales en instancia administrativa y ante la justicia. El diputado radical manifestó la importancia de nivelar hacia arriba y comentó: Cuando uno habla con las familias lo que tienen en común es un gran sufrimiento en lo emocional. La incapacidad del sistema de reconocerlos los lleva a sentirse frustrados.
Aquel fallo judicial favorable, le permitió a Benjamín avanzar a cuarto grado con un proyecto pedagógico individual, al igual que sucede con los alumnos que presentan discapacidad. Ahora tenemos que ajustar la normativa para que la próxima familia que se enfrente a esta situación no tenga que pelearla recurriendo a la justicia, cerró Frangul.