La ciudad vuelve a la boleta de papel
Después de la polémica por las demoras y los problemas de instrumentación de la boleta electrónica y de las duras críticas de la jueza María Servini de Cubría, el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta, decretó que la votación de octubre para elegir autoridades porteñas será con boleta de papel.
Sin embargo, también se aclaró que la intención es seguir votando en urnas separadas: una para elegir autoridades nacionales y otra para elegir Jefe de Gobierno, legisladores y comuneros de la ciudad.
«No obstante el carácter simultáneo de las elecciones, resulta conveniente establecer a fin de reafirmar la autonomía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que las boletas de sufragio de las autoridades locales estén separadas de aquellas de las autoridades nacionales», dice el decreto. Esa decisión quedará finalmente en manos de Servini de Cubría.
Rodríguez Larreta tomó la decisión después de que la Cámara Nacional Electoral confirmara el criterio de Servini sobre las complicaciones con el voto electrónico.
Esta semana la jueza dejó sin efecto el acuerdo entre su juzgado, el Tribunal Electoral de la Ciudad y el Instituto de Gestión Electoral y detalló que hubo máquinas que no funcionaron, problemas de conectividad, falta de capacitación e «ineficiencia». No dudó en definir a las elecciones como «los comicios más problemáticos y conflictivos de los últimos 30 años» y dijo que repetir el sistema sería una «burla» a los electores. En total hubo problemas en 250 mesas y, en concreto, 15 denuncias. En un tono más formal que Servini, el presidente de la Cámara, Alberto Dalla Vía habló de «falencias en la instrumentación del sistema».
En resumen, la boleta electrónica quedó archivada y los porteños volverán a elegir a todas las autoridades con la boleta de papel. Habrá que esperar a ver si la Justicia Electoral acepta usar dos urnas separadas o si directamente ya no queda nada de la iniciativa de elecciones concurrentes de las PASO.