Juicios por jurado: ¿funcionan?
A un año de haberse implementado el sistema de juicios populares en la provincia de Buenos Aires, y con casi 70 procesos realizados, se afianza la tendencia en la cual el dictamen del jurado coincide con el que hubiera hecho el juez. ¿Sirvió este nuevo modo de hacer justicia?
Guillermo Barros fue acusado de haber asesinado a su ex cuñado en 2014. En marzo del año pasado, ante el Tribunal Criminal N° 5 de San Martín, 12 personas lo absolvieron en el marco del primer juicio por jurado de la provincia de Buenos Aires.
Defiéndase entrevisto al Dr. Andres Harfuch, vicepresidente de la Asociación Argentina de Juicios por Jurado, quien nos mostró el escenario un año después.
«El balance es sumamente positivo porque esperábamos mayores resistencias frente al desconocimiento de lo que era un juicio con doce ciudadanos, que solo lo veíamos en las películas», contó. Al día de hoy, en la provincia hay casi 70 juicios realizados. Para el resto del año hay 150 programados.
La Constitución Nacional tres veces ordena que los juicios sean con jurado. Si bien todavía no se dictó una ley nacional, las provincias fueron avanzando lentamente. «Córdoba hace diez años arrancó con una modalidad distinta. En 2011 Neuquén saca su primera ley. En 2013, Buenos Aires. En 2014, Rio Negro, el año pasado Chaco y este año es muy posible que tengamos jurado en Santa Fe, Chubut y en La Rioja», detalló Harfuch.
«Hay un movimiento importante hacia cumplir con la Constitución, que indica algo muy claro, democracia tiene que haber en los tres poderes. En el Ejecutivo y en el Legislativo la ciudadanía va y vota. En el Judicial, como los jueces no se pueden elegir, el ciudadano participa directamente como jurado. Esto es la concreción del ideal democrático».
Para Harfuch, fue la ciudadanía quién acepto de mejor forma este sistema. «Uno podía pensar que no iba a ir nadie porque la gente debía faltar al trabajo. Nada de eso pasó, por lo general son los jurados los que llegan más temprano que el juez, que las partes y que los fiscales. Y los suplentes se quedan un poco molestos porque tienen que ir y no pueden participar de la decisión».
«También se ha visto como los jueces y los fiscales han perdido el miedo, y varios de ellos han cambiado su opinión. Desde nuestro punto de vista, hasta ahora ha sido una experiencia más que positiva. Incluso ha habido también un apoyo importante de la Corte Suprema», expresó el abogado.
Un número llamativo
Un estudio norteamericano demuestra que el 97 por ciento de las veces, lo mismo que resuelve un jurado popular lo habría resuelto también el juez.
Esta investigación se realizó durante los últimos 50 años en los Estados Unidos. Los encuestadores le preguntaban al juez cómo hubiera fallado cuando el jurado se retiraba para deliberar el veredicto. «Ese porcentaje nos muestra que la desconfianza que le podemos llegar a tener a los ciudadanos acerca de que tomen decisiones delirantes no existe», señaló Harfuch.
«En Provincia de Buenos Aires siempre estamos haciendo esa encuesta y siempre coincide, inclusive cuando los jurados condenan por un delito menor del que acusó el fiscal, y hasta los propios jueces dicen que hubiesen hecho lo mismo».
Hace días, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz anunció que impulsará una reforma de la Constitución provincial en la que también buscará que se implemente el juicio por jurado para delitos de extrema gravedad.
«Ese es un avance muy fuerte porque Santa Fe es la tercer provincia argentina. Es una provincia muy grande, con mucha tradición y fue la última que se sumó a lo que fue la reforma en sí de la justicia».
Harfuch agrega que Argentina, cómo parte de la herencia hispánica tiene un sistema judicial muy deficitario, y mayormente escrito. «Cualquier persona que lo vea, va a saber que ir a un juzgado en Argentina es sinónimo de toneladas de papeles y expedientes, y eso está mal. En cambio, uno va a un juzgado en Inglaterra o en Escocia y lo único que va a ver son salas de juicio y de audiencias en donde los asuntos se ventilan públicamente ante jurado».
Argentina inició, junto con todo el resto de América Latina y Europa, un cambio para tratar de salir del escriturismo e ir hacia una justicia más transparente, oral y publica, y el jurado es como un garante de todo eso.
¿Hay algo que se podría mejorar de los juicios por jurado?
«Si tuviésemos que mejorar algunas cosas, creo que no tendría que ver tanto con los jurados en sí, sino con el desempeño de los profesionales, es decir, con el rol de los abogados y con la cuestión organizativa», respondió.
«Yo sería más partidario de tener algunos delitos más dentro del sistema de jurado, que no son tan numerosos pero que cause un altísimo impacto social como pueden ser los homicidios muy graves, imprudentes y culposos en el tráfico, pero en general, yo creo que la experiencia está siendo buena y hay que dejar pasar dos o tres años más antes de hacer un balance y ahí si ver si hay que hacer algún ajuste. Hasta ahora, hemos visto que no».
¿Quiénes pueden ser llamados para ser jurado?
Cualquier ciudadano común que viva en la provincia de Buenos Aires, que tenga entre 21 y 75 años. No debe desempeñarse como abogado ni trabajar en el Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial.
El Dr. Harfuch agrega también que tampoco pueden ser parte del jurado aquellos que pertenezcan a las fuerzas de seguridad o sean ministros de algún culto religioso reconocido.
El próximo octubre se realizará un sorteo entre 12 mil y 13 mil ciudadanos para el año 2017. «Se hace una depuración, pero todos esos ciudadanos reciben una cedula diciéndoles que en cualquier momento del año que viene pueden ser llamados para ser jurado», finalizo el vicepresidente de la Asociación Argentina de Juicios por Jurado.