El gobierno rechaza mandar fondos a la corte para cubrir aumentos salariales
Se tensa la relación del Gobierno y la Corte Suprema. Horas después de que el máximo Tribunal ordenara el desplazamiento de la camarista Ana María Figueroa, una jueza considerada clave para el kirchnerismo, el jefe de Gabinete Agustín Rossi rechazó girarle más fondos a la Corte para pagar aumentos salariales.
La Corte Suprema le había mandado una nota al Ejecutivo para reclamar dinero para cubrir los reajustes de los empleados judiciales. Sin embargo, la respuesta llegó, fría y dura, con un contundente rechazo: “La buena administración indica que la jurisdicción debe solventarse con sus propios recursos, definiendo aumentos salariales acordes a la estimación de recursos correspondiente”. En palabras criollas, el Gobierno le dijo a la Corte que se arregle con lo que tiene. Y para eso la autorizó a modificar su presupuesto.
El aumento salarial previsto es del 6,5% a partir del 1 de julio para todas las categorías del Poder Judicial y según los funcionarios de tribunales, la demora del ejecutivo -o el rechazo en caso de que se efectivice- amenaza el normal funcionamiento del servicio de Justicia. Incluso el miércoles pasado hubo un paro de trabajadores que amenazaron con profundizar las medidas de fuerza.
Por esta razón en tribunales algunos especulan con que la Corte puede llegar a denunciar al jefe de Gabinete Agustín Rossi por incumplimiento de deberes de funcionario público.
En el medio, el kirchnerismo duro le pidió al Gobierno que no mande esos fondos y que los destine a asistencia social. Juan Grabois publicó un tuit en el que dice: “Como militante de UxP y exprecandidato le pido al gobierno que no envíe un centavo para aumentar los multimillonarios sueldos de jueces y fiscales y en cambio se aplique urgente el refuerzo de ingresos comprometido con los trabajadores informales”.
Los cuatro jueces de la Corte insisten en que esta situación compromete la independencia del Poder Judicial. Desde el Gobierno dicen que el máximo Tribunal tiene un superávit de más de 55 mil millones de pesos. La tensión va en aumento y ya nadie la disimula.