Dictamen para la baja de la edad de imputabilidad
Después de muchas idas y vueltas, el proyecto del nuevo Régimen Penal Juvenil obtuvo dictamen de mayoría en comisiones y quedó habilitado para ser tratado en el recinto de Diputados.
La iniciativa prevé una baja de la edad de imputabilidad de 16 a 14 años y establece un régimen de penas progresivas de acuerdo a la gravedad del delito.
Además, aclara que los menores deberán ser destinados a institutos creados específicamente para su resocialización y su educación y que no podrán tener contacto ni convivencia con adultos condenados. Por otro lado, propone también tratamientos psicológicos y capacitaciones laborales que ayuden a la recuperación de los jóvenes.
Según el texto, la privación de la libertad será sólo para los delitos más graves y tendrá un tope máximo de 15 años de condena. Para delitos menores habrá una escala de sanciones que van desde la amonestación y los servicios comunitarios a las restricciones de contacto con la víctima.
Los menores imputados tendrán derecho a patrocinio jurídico, a ser escuchados y a apelar las condenas.
Desde la izquierda y el kirchnerismo tildaron al proyecto como «una bomba de humo que no resuelve nada» y apuntaron a atacar las causas que llevan a los menores a delinquir. En el mismo sentido se había expresado la Iglesia, que había pedido un debate más amplio, donde se escuchen todas las voces de la sociedad. Esas posturas serán expuestas en el recinto cuando tenga lugar el debate, que promete ser muy polémico y acalorado y no tiene un pronóstico claro.