Barrios cerrados de Pilar protestarán contra los aumentos abusivos y arbitrarios que pretende imponerles una desarrolladora
Los vecinos de los barrios privados de Pilar del Este administrados por la desarrolladora Eidico están furiosos y asombrados por las maniobras de la empresa, que realizó una previsión de impuesto inmobiliario aún antes de que la legislatura bonaerense votara la Ley Fiscal y pretende cobrarles a los propietarios e inquilinos un aumento del 272% por adelantado.
Se trata de los habitantes de los barrios Santa Guadalupe, San Ramiro, San Ramón y Santa Elena, que denuncian que son rehenes de un sistema perverso y que deben abonar esa suba en las expensas para no quedar como morosos pese a que el impuesto todavía no fue ni siquiera debatido.
Los vecinos afirman que son excluidos de las decisiones arbitrarias de la empresa, que aún tiene la administración de los barrios porque no facilita las condiciones para que se escrituren las propiedades y por contrato las sigue administrando por estar cargo de su desarrollo.
Por esta razón, y para evaluar acciones conjuntas, alternativas legales y hasta salidas políticas, convocaron a una asamblea vecinal este sábado 7 a las 17.30 en Av Parque y el Pórtico, Pilar Este. Allí además cuestionarán los desmanejos y las inconsistencias de las que acusan a la empresa y le exigirán una vez más que explique qué quiere hacer con la plata que pretende cobrarles por adelantado y con aumentos desmesurados.
En la asamblea, que promete ser multitudinaria, exigirán además que la justicia actúe de inmediato y resuelva la situación de estos barrios consolidados, que funcionan como consorcios pero que tienen un administrador que hace lo que quiere y no rinde cuentas. Según sostienen, si no hay un cambio, los abusos no se detendrán.
Esta no es la primera vez que Eidico queda en el centro de los reclamos. En varios barrios de Pilar que son administrados por esa empresa surgieron en 2023 problemas porque no se iniciaron los trámites para subdividir las parcelas y los vecinos tuvieron (y todavía tienen) que pagar un impuesto inmobiliario mucho mayor al que deberían según la superficie de sus lotes.
En ese momento, ARBA apuntó directamente contra los desarrolladores y sostuvo que «no asumen el pago de impuestos en su ecuación de negocios y los trasladan a los compradores a través de las expensas».
El organismo provincial había advertido que muchos barrios no cuentan con la debida subdivisión por desidia, inoperancia o conveniencia de las empresas desarrolladoras y eso hace que los contribuyentes deban pagar impuestos como si sus propiedades fueran grandes estancias.
La problemática de los barrios de Pilar del Este es la de muchos otros barrios cerrados de la provincia. En todos los casos, los vecinos quedan a merced de las desarrolladoras, que a través de contratos leoninos convirtieron a las administraciones de consorcios en un muy rentable negocio, paralelo al de la construcción.