Abogados críticos de los jueces: el 79% dijo haber observado mal desempeño y habla de una «justicia lenta»
Una encuesta reciente entre abogados sobre el estado de la justicia tuvo resultados sorprendentes, al menos para quienes están afuera de la cotidianeidad del ámbito judicial. Los letrados describen una justicia lenta, poco previsible y con falencias estructurales que afectan su credibilidad y llevada adelante por jueces poco probos y con muchos defectos en su accionar.
El relevamiento fue realizado por el Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal junto con la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia. Reunió las respuestas de 2.118 abogados en forma anónima, lo que alentó a de alguna manera las críticas, que fueron contundentes.
El 79% de los abogados encuestados afirmó haber sido testigo de mal desempeño judicial por demoras, falta de aplicación de las normas o decisiones parciales o poco independientes. También se mencionaron abusos de poder y hasta coimas. Sin embargo, más de un tercio de quienes observaron estas irregularidades reconoció no haber realizado ninguna denuncia por la falta de confianza que tienen en que los canales institucionales puedan resolver la situación.
Por otro lado, el 77,6% de los abogados relevados considera que los tiempos judiciales son «lentos» o «muy lentos»”, mientras que apenas un 3,7% los califica como «ágiles».
Esta percepción negativa atraviesa casi todos los fueros, aunque se acentúa en el laboral nacional, donde el 89,5% de los abogados detecta demoras; le siguen la seguridad social (84,4%) y el civil y comercial federal (82,3%). En el único donde la percepción cambia un poco es en el comercial nacional, donde el 10,2% define a la justicia como «ágil».
Al indagar en las causas de la lentitud, los abogados apuntaron principalmente a problemas internos del propio Poder Judicial. El 64,6% señaló la falta de eficiencia del personal; el 42,9%, deficiencias en la organización; y alrededor de un tercio se refirió a la escasa voluntad de los jueces. La falta de magistrados titulares también aparece como un factor relevante.
El estudio se estructuró en cinco ejes: tiempos procesales, calidad de las sentencias, desempeño de magistrados, regulación de honorarios y comunicación con los tribunales. E incluyó además preguntas sobre satisfacción general e independencia judicial. En ambos casos, las calificaciones resultaron bajas y preocupantes: el funcionamiento del sistema judicial obtuvo en promedio 5 puntos sobre 10, mientras que la independencia de los jueces fue evaluada con 4,6.
Así la justicia, percibida por los propios profesionales que trabajan en ella, aparece como llena de deficiencias y muy lejos de poder garantizar los derechos de los ciudadanos. Una mirada a tener en cuenta, en tiempos en los que se habla de tantas reformas.
