La desregulación llega a la escuela: los colegios privados podrán fijar libremente sus cuotas
El Gobierno nacional oficializó este martes una medida que desregula los aranceles de los colegios privados, permitiendo que este tipo de escuelas puedan fijar libremente el valor de las cuotas y matrículas, sin necesidad de contar con la autorización previa del Estado. La disposición fue formalizada mediante el Decreto 787, publicado en el Boletín Oficial y alcanza a todas las instituciones que no cuenten con aporte estatal.
«Esto es para los colegios privados que no tienen aporte estatal, no es para todos los colegios privados. Del universo de 14 mil instituciones privadas que hay sólo unas 4 mil no cuentan con ningún subsidio», explicó Martín Zurita, titular de la Asociación de Institutos Privados de Argentina.
El texto del decreto justifica la modificación señalando que «corresponde revisar el marco normativo existente para favorecer un entorno más propicio para la gestión de los establecimientos educativos privados, garantizando así la sostenibilidad de su labor y el derecho a una educación de calidad». Esto es porque en muchos casos, los límites al aumento de las cuotas impedían que los colegios pudieran afrontar los costos de insumos, salarios y mantenimiento edilicio.
Como contrapartida, surge la preocupación de las familias, porque las cuotas pueden sufrir aumentos significativos sin ningún tope. La idea del gobierno es que eso quede librado al juego de libre mercado. En este sentido,el decreto pone énfasis en la defensa del principio de «libre contratación», apuntando a que las instituciones educativas puedan establecer sus propias políticas de precios en un entorno de competencia justa, ajustado a la realidad del mercado.
El Gobierno argumenta que el antiguo sistema de control de precios de las cuotas, que llevaba 30 años, podría haber contribuido a la «precarización de la calidad educativa», ya que impedía que los colegios pudieran ajustarse con agilidad a las fluctuaciones de costos y gastos operativos.
Por otro lado, desde el oficialismo creen que esto también va a terminar beneficiando a las familias porque con el anterior régimen los valores de las cuotas solían aumentar al inicio de cada ciclo lectivo, en parte debido a la incertidumbre económica y los temores de los colegios de no poder cubrir sus costos sin la aprobación estatal.
Ver para creer. Habrá que esperar al inicio del año que viene para saber si la enseñanza librada a las reglas del libre mercado se vuelve sostenible y apta para todos, o si expulsa a más familias a la educación pública.
