Fuerte advertencia del presidente de la Corte a Milei

A partir de la semana próxima la Corte Suprema empezará a funcionar con tres miembros porque Juan Carlos Maqueda deja su lugar en el máximo tribunal por cumplir 75 años. En ese marco, Javier Milei deslizó la posibilidad de designar por decreto a Ariel Lijo y a Manuel García Mansilla, sus candidatos para cubrir las vacantes, ya que el Senado demora el tratamiento de sus pliegos. Pero el titular de la Corte, Horacio Rosatti, habló sobre esas posibles designaciones por DNU y le advirtió al presidente que todo puede terminar en manos, justamente, de los jueces del máximo tribunal. 

«Si hay cuestionamientos, lo tiene que resolver en última instancia la Corte», dijo en una entrevista que le concedió a Carlos Pagni, dejando entrever que ellos mismos serán los que tengan la última palabra sobre los nombramientos de ambos magistrados. Aunque minutos después aclaró que como juez de la Corte: «uno nunca tiene que responder frente a una hipótesis de un hecho que no ha acontecido porque puede pasar o no».

También se refirió a las presiones de la política y a las diferencias con la justicia. «El político es una persona que mira la realidad con grandes trazos, y el conflicto, para el político, es algo normal; el juez no. Tiene una mirada distinta donde uno tiene razón y el otro no: hay una norma, un hecho y una conclusión. Cabezas con formato diferente. Ese es el valor de la división de poderes y el control recíproco que hay entre ellos», sentenció.

«Siempre hay una zona de recíproca incomprensión, porque la política quiere hacer cambios, está en su ADN, y muchas veces se queja de que la Justicia frena o demora los cambios, pero la Justicia suele cuestionar a la política por lo bajo, porque no se pueden hacer cambios de cualquier manera, sino siguiendo un determinado procedimiento sin afectar determinados derechos», explicó marcando esas diferencias que parecen insalvables entre ambos poderes del Estado.