¡Quiero el apellido de mi madre!
La justicia de Rosario autorizó a un hombre de 35 años a cambiar su apellido por el materno, luego de comprobar los malos tratos que recibió por parte del padre desde la niñez. «El motivo tratado resulta suficiente para obtener un cambio en el nombre como se pretende, por encuadrar la situación en los justos motivos», sostuvo la jueza Mónica Klebcar.
Ricardo vivió hasta los dos años con sus padres en Córdoba, hasta que su mamá decidió mudarse junto con él a Rosario, Santa Fe, porque se había cansado de la violencia física y verbal que recibía de parte de su marido, como también de los delitos que éste cometía (robos y hurtos).
Desde ese momento, y cada vez que Ricardo veía a su progenitor, fue dentro de un marco de una mala relación, donde primordiaba la violencia y abusos relacionados con el consumo de estupefacientes. «Las pocas veces que nos encontrábamos, hasta me ofrecía drogas. La verdad que nunca se preocupó por mi ni por mi mamá», declaró a los medios, el protagonista de la historia.
Hoy, Ricardo ya tiene 35 años y luego de una lucha de mucho tiempo, recientemente la justicia de Rosario le cumplió el anhelo de cambiar su apellido por el materno, ya que él consideraba que su madre fue la única que realmente se interesó por su cuidado y que no se sentía identificado con el apellido de su padre.
Dar lugar a la petición
La medida fue dispuesta por la jueza en lo civil y comercial Mónica Klebcar, que tras escuchar el planteo del solicitante y sus representados, autorizó el pedido del cambio de apellido en base a los pormenores que tuvo que padecer Ricardo durante su infancia y adolescencia.
La defensa estuvo a cargo del estudio jurídico que encabezan los magistrados Gabriela Robledo, Cecilia Jaimez y Malcon Perucca.
La Ley que establece las normas sobre inscripción de nombres de las personas (Ley 18248) dispone que «después de asentados en la partida de nacimiento el nombre y apellido, no podrán ser cambiados ni modificados sino por resolución judicial, cuando mediaren justos motivos»; sin embargo, la jueza consideró que «el motivo tratado resulta suficiente para obtener un cambio en el nombre como se pretende, por encuadrar la situación configurada en los justos motivos y que autorizan a apartarse del principio de inmutabilidad del nombre».
La voz de una de las abogadas
La Dra Gabriela Robledo habló desde Rosario con Defiendase.com y contó cómo llegó el caso de Ricardo al estudio que comparte con sus colegas y cómo lo empezaron a manejar.
Además, afirmó que muchas personas «no saben que pueden mejorar su vida, cambiando su identidad» y que, en este caso, como obviamente su cliente «no se sentía identicado con el apellido que portaba», la justicia escuchó y fallo a favor.
Para finalizar, la letrada señaló que como «la identidad marca a una persona», todo aquél que no se siente identicado con la que posee y tiene ¡justos motivos! para reclamar, se asesore para averiguar cómo puede proceder para resolverlo.
La resolución del caso
Por Matías Alba – Redacción Defiendase.com