Tras una nueva amenaza, ordenan trasladar a Julieta Silva a una prisión

Tras una nueva amenaza, ordenan trasladar a Julieta Silva a una prisión

Finalmente Julieta Silva volverá a la cárcel. La mujer mendocina, que ya tiene antecedentes por homicidio y había sido denunciada por violencia de género, continuó pasando los límites y ahora violó una restricción perimetral y amenazó a la hija de su actual pareja. Desde la justicia ya no tuvieron más contemplaciones y, pese a que es madre de una beba de un año, resolvieron que sea trasladada a un penal.

Con esto Silva suma un nuevo capítulo de una vida atravesada por la furia. En 2017 atropelló y mató a su novio luego de una discusión y por eso fue condenada a 3 años de prisión porque el tribunal consideró que fue en un hecho accidental. Cumplido ese tiempo, salió, volvió a formar pareja y se convirtió en mamá. Sin embargo, eso no detuvo sus ataques de ira y su actual marido la denunció por agresiones físicas y violencia doméstica. La justicia dispuso entonces un nuevo arresto domiciliario mientras avanzaba la investigación -dado que tiene una beba de un año- y una restricción perimetral. Pero Silva desobedeció esa limitación y amenazó a la hija de su actual pareja. 

El fiscal de feria la imputó por «desobediencia y amenazas» y  ordenó que la detengan: «En vistas de todo lo expuesto, se ha decidido que la imputada sea enviada al penal, atento que podría estar influenciando en las declaraciones del denunciante y que ha violado las reglas de conducta», justificó. 

El antecedente que motivó la precaución de la justicia tiene que ver con un crimen de hace ya 8 años. Silva fue condenada en 2018 por el homicidio de Genaro Fortunato, su ex novio, a la salida de un boliche en San Rafael. 

Aquella noche de 2017, la pareja discutió, ella se subió al auto y él se le puso enfrente para impedir que se fuera. Según los testigos, en ese momento Silva arrancó y atropelló a Fortunato, después giró en U y volvió a pasarle el auto por encima. 

Sin embargo, en el juicio la mujer dijo que estaba oscuro y que creyó haber pisado un pozo y el tribunal la condenó a 3 años y 9 meses de arresto domiciliario por «homicidio culposo agravado», entendiendo que no hubo intención de matar.

Después de cumplir la condena y de formar una nueva familia, Silva recayó en conductas agresivas que derivaron en una nueva denuncia y su actual situación. Una mujer que parece no conocer los límites y que después de dos domiciliarias, ahora está entre rejas en una cárcel común. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.