La desesperada lucha de una abuela por salvar a su nieto de su madre adicta

“No quiero que sea otro caso Lucio”. La frase temerosa es de Evangelina, una abuela desesperada que siente que la vida de su pequeño nieto de apenas un año y meses está en peligro. Y la referencia es al caso del nene de La Pampa que terminó siendo asesinado por su propia madre y por su pareja en un contexto de abuso y violencia. 

Evangelina se hizo cargo de “B” cuando tenía apenas 6 meses. El estado de salud del bebé era por entonces muy precario debido a que su mamá sufre de adicciones y no lo cuidaba como correspondía. El niño había atravesado un calvario de violencia y abandono durante sus primeros meses de vida. Hay documentos que muestran que tenía sarna, hongos y que vivía sucio. Incluso en una circunstancia terminó internado y drogado. Por esta razón el Servicio local de Protección de la Niñez de Baradero consideró conveniente aplicar una medida de abrigo y le dio el bebé en guarda a su abuela. 

Pero este tipo de medidas son temporales y después de un año y algunos meses, venció el plazo. Entonces una asistente social consideró que la madre estaba en condiciones de retomar el vínculo. 

En el medio, la abuela había denunciado que el bebé había sufrido todo tipo de maltratos e incluso un pediatra que lo revisó consideró que había indicios de un posible abuso. Por otro lado, la situación de adicciones de la madre no había cambiado. Hasta el día de hoy Evangelina denuncia que su hija (la mamá del bebé)  sigue con los mismos problemas de drogas y que incluso inició varias veces tratamientos de rehabilitación y no pudo sostenerlos. 

Sin desatender las indicaciones de la justicia, pero basándose en la evidencia de que el riesgo que corre “B” sigue siendo real y alto, la defensa de Evangelina pidió un proceso paulatino de revinculación donde la madre sea sometida a distintas evaluaciones. El argumento es claro: el bebé logró tener una buena vida al cuidado de su abuela y ese bienestar puede quebrarse al volver al hogar materno. 

Pero ese pedido lógico chocó con la insensibilidad de los funcionarios de Niñez. Ante la insistencia desesperada de Evangelina, que sigue advirtiendo que la madre del nene “vive drogada y alcoholizada”, la asistente social fue tajante. Dijo que debe volver a vivir con su madre y que “si lo mata, irá presa”. 

La situación ahora es muy tensa. Evangelina se niega a entregar a su nieto y tiene miedo de que su hija lo termine asesinado. Lo dice con todas las letras y cada una de ellas le duele en el alma. Sin embargo, la justicia no la escucha. Ella denuncia que no investigaron la denuncia de abuso, que pese a que entregó fotos y audios que demuestran el contexto de extrema violencia en el que vive su hija, no tuvo respuesta y que los informes de salud mental que pidieron no aparecen en la causa.

“Hicieron un circo bárbaro y el juez no hizo nada. Después pasan las cosas como en el caso de Lucio Dupuy. ¿Y por qué? Porque la justicia no actúa o actúa mal”, dice Evangelina, que advierte: “voy a pelear por el nene porque está en riesgo su vida”.