Cristina cree que irá presa, convocó al PJ a movilizarse y dijo: “Soy una fusilada que vive”
“Estar presa es un certificado de dignidad”. Con esa frase, Cristina Kirchner desafió a la justicia en un acto convocado de urgencia que se pareció a una suerte de despedida de la militancia o una convocatoria a la resistencia para cuando la Corte confirme su condena por la causa Vialidad.
Es que la exvicepresidenta se enteró en las horas del lunes que el Máximo Tribunal ya tiene casi listo el fallo por el cual desestimará los argumentos de su defensa y confirmará, como última instancia de apelación, la condena a 6 años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos en la causa en la que está acusada de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.
Por eso la actual líder del PJ se autodefinió con “una fusilada que vive” y sostuvo que la justicia, a la que llamó “Partido Judicial”, busca “proscribirla” después de que anunciara su intención de presentarse a las legislativas bonaerenses. “Bastó que hace una semana anunciáramos una candidatura para que se desataran los demonios porque este modelo tiene fecha de vencimiento”.
Sin embargo, dijo que si ella va presa no se solucionarán los problemas de la Argentina y vaticinó que el gobierno de Milei terminará en el estallido de “una gran crisis” como la de la hiperinflación tras la dictadura militar o la de la convertibilidad tras el gobierno de Menem.
“Están preparando cómo desarticular o desarmar la posible organización popular y política que necesariamente se va a producir”, advirtió. Y afirmó que el peronismo seguirá estando, “aunque algunos crean que pueden derrotarlo o humillarlo”.
Pese a su tono enérgico, se mostró convencida de que irá presa. “Pase lo que pase, que seguramente va a pasar, porque no nos van a dejar seguir, porque tienen miedo, este gobierno cachivache finalmente va a fracasar, porque han fracasado estos modelos históricamente”.
“Cuando determinados personajes caminan libres por la calle, estar adentro, presa, es un certificado de dignidad política”, dijo desafiante ante una multitud enfervorizada.
Desde el kirchnerismo ya deslizaron la posibilidad de organizar una suerte de resistencia al fallo, con movilizaciones y eventuales paros de algunos gremios si la Corte finalmente termina por confirmar la condena. Si esto ocurre, la expresidenta quedaría detenida en el domicilio que ella elija porque es mayor de 70 años y ya no podría volver a la función pública nunca más en su vida.