Brujería no da derecho
La justicia desestimó una denuncia contra una vidente por considerar que se trató de un «contrato de brujería» con inexistencia de delito. En este caso, creer es perder plata
El saber popular dice que el amor enceguece y que muchas veces por amor se lo da todo. Y esta máxima, nacida tal vez de un romanticismo de otras épocas, podría ser la explicación de este caso, que llevó a una mujer en estado de depresión a ser estafada por una «bruja» y a quedar desamparada ante la justicia.
En 2020, antes del inicio de la pandemia, la víctima se separó de su pareja tras una infidelidad. Sin embargo, ella seguía enamorada y para recuperarlo, en una situación de absoluta vulnerabilidad, se contactó con una vidente brasilera que le prometió que pronto lo tendría otra vez entre sus brazos. Como contraprestación por desplegar sus misteriosas artes, la medium le cobró en ese entonces $110 mil pesos. Sin embargo, al poco tiempo, le advirtió que el trabajo era más sinuoso de lo que esperaba y le explicó que necesitaba más dinero para aumentar la energía que los uniera otra vez. Entre refuerzo y refuerzo para hacer que el amor renaciera, la mujer le terminó pagando $2.000.000 y US$ 7 mil a la vidente.
Después de muchos meses, quedó claro que él no iba a volver. Entonces la mujer le pidió a la «bruja» que le devolviera la plata, pero lo único que recibió fueron evasivas y postergaciones. Sin amor y sin dinero, la víctima del engaño denunció a la vidente, pero tampoco en la justicia penal tuvo buena suerte.
La fiscalía consideró que no existen elementos objetivos que permitan hablar de una estafa y sostuvo que se trató de «un contrato de locación de servicio de brujería con la finalidad de afectar la libertad psicológica de una persona para obligarla a tener una conducta contraria a su voluntad».
Además, el dictamen del fiscal argumenta que contratar estos servicios de brujería «va en contra de la moral y las buenas costumbres tuteladas por la legislación argentina y no encuentra amparo en las leyes».
La abogada Pamela Garnier (@pamelagarnier_abogada) nos explica por qué es procedente una causa por estafas y nos habla de un incumplimiento contractual, retención indebida y daños.