Adoptar sin sufrir
La Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto de ley que busca otorgarle al sistema de adopción agilidad y transparencia. En esta nota, los puntos más importantes.
La situación de la adopción en la Argentina cambió mucho cuando se implementó el nuevo Código Civil y Comercial. Ahora se da una mirada diferente porque se instaló un concepto distinto: la adopción es una institución pensada en los niños, con el objetivo de brindarles familia a aquellos que no pueden continuar con la suya.
La Diputada rionegrina María Emilia Soria (FPV) redactó el proyecto para que se controlen las tareas de los organismos administrativos y judiciales respecto de las adopciones de Niñas, Niños y Adolescentes. Esta iniciativa tendría como función mantener actualizados los datos de los menores en situación de adoptabilidad o bien de aquellos que ya hayan sido adoptados. En el debate se obtuvo 185 votos a favor y solo 3 en contra.
Defiendase.com habló con el Dr. Gustavo Herrera, coautor del texto enviado al Congreso y ex director del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos, un organismo dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación.
Los adultos tienen el derecho legítimo de ser padres pero la mirada tiene que estar puesta en los niños. Se modificaron algunas prácticas: darle un plazo máximo de seis meses para que un chico pueda estar separado de su familia, y si no se mejoró la situación se decreta la situación de adoptabilidad, definió el abogado.
Hay una situación difícil de revertir a la brevedad, conseguir familias para los más grandes, para hermanos o niños que tengan alguna patología o discapacidad, señaló Herrera y agregó que uno de los puntos principales del Registro es detectar las características de los niños en búsqueda de familia para que el encuentro sea más sencillo, transparente y veloz.
No hay datos. Si uno quisiera saber cuántos niños hay en situación de adoptabilidad tendría que ir juzgado por juzgado, y por eso es interesante tener un registro innominado para no estigmatizar a los niños. No está bueno tenerlos en un listado que esperan una familia, pero si es bueno saber sus características. El registro lo van a nutrir principalmente los juzgados y los organismos de protección.
Es un proyecto que va a aportar una herramienta más para favorecer a los niños. Ellos podrán encontrar familia y los más grandes evitarán la trata de menores y generar confianza en la sociedad.
No te hagas historia con mi historia
Hay una cuestión con los adultos. Ellos se cuestionan la historia que traen los más chicos, pero no piensan que para ellos también es un tema la historia que traen estos adultos. Esto se trabaja en conjunto y es muy importante que las familias sean acompañadas en estos procesos, sobre todo cuando son grupos de hermanos o chicos grandes.
Es fundamental que desde el Estado se asuma la responsabilidad de acompañar a las familias como la tiene para conseguirlas para estos niños, y tienen la responsabilidad de que esa sea la mejor posible. El proceso de conocimiento entre los chicos y los aspirantes a padres debe ser acompañado.
El consejo para las familias es desmitificar la complejidad para inscribirse en un registro para adoptantes. Hay que entender también que cuanto mayor amplitud y mayores recursos internos y propios tengan para poder avanzar en la adopción de chicos más grandes o de hermanos, mayor va a ser la posibilidad.
Lamentablemente todos aquellos que quieran un bebe no tendrán la posibilidad de tener uno. Si hubiera cinco mil bebes para dar en adopción estaríamos en una situación bastante catastrófica y el debate seria otro. En síntesis, Herrera señala que habla bien del país que no tengamos bebés para dar en adopción.