Ciudadanía italiana: la justicia le da esperanza a los descendientes

A dos meses de que el gobierno de Giorgia Meloni lanzara la reforma de la ciudadanía italiana, que limitaba el acceso de los descendientes, la justicia de ese país falló a favor de un caso que podría marcar un precedente y permitiría acceder a la ciudadanía sin límites generacionales.
De acuerdo a los cambios que había anunciado Meloni, sólo podían pedir la ciudadanía los hijos o nietos de personas nacidas en Italia, dejando afuera a los demás descendientes. Con esto, modificaba la Ley 91, que regía desde 1992 y que sólo tenía como requisito demostrar un vínculo de sangre con algún antepasado italiano, nacido o no en esa tierra.
Estos cambios lanzados por Meloni fueron justificados en su momento por la saturación del sistema dada la cantidad de pedidos de ciudadanía que sólo buscaban los beneficios de tener un pasaporte europeo. En este sentido, se buscó restringir el acceso sólo a quienes demostraran un vínculo real con Italia y un lazo cultural, lingüístico y territorial con ese país.
Ahora el fallo de la Corte Constitucional permitió que un bisnieto de italiano, cuya solicitud había sido rechazada en el marco del nuevo decreto de Meloni, acceda a la ciudadanía por considerar que se vulneraron sus derechos constitucionales. Esto significa que la justicia italiana entiende que la Ley 91 no es inconstitucional.
Si bien los especialistas advierten que por ahora se trata de casos aislados y puntuales y no de un fallo que dicta la anulación judicial del decreto lanzado por Meloni, sí admiten que abre una puerta para impugnar la reforma o al menos para litigar contra ella.