Tengo una firma fácil

Tengo una firma fácil

La firma es el sello personal de cada uno y su variedad es tan grande como la cantidad de firmantes. Sin embargo, para esta ocasión, podemos dividir las firmas en dos grandes grupos: las fáciles y las complejas. Una perito calígrafo nos cuenta los riesgos que corren los trazos menos esmerados.

Una de las tareas del perito calígrafo consiste en poder dilucidar la legitimidad de una firma plasmada en un documento. Las falsificaciones están a la orden del día y las facilidades que otorga una firma sencilla a los imitadores de lo ajeno, son demasiado tentadoras para que estos señores las vayan a desperdiciar. Un trazo de mayor complejidad sobre un papel, en cambio, permite al especialista contar con mayores elementos que prueben la directa relación entre el verdadero firmante y la persona a quien se le atribuye la signatura. Existen tantas firmas como personas; cuando uno dibuja un garabato, casi siempre ilegible sobre un papel, no hace otra cosa que estampar allí su sello personal, su huella escrita, su marca registrada. Algunos se inclinan por firmas enmarañadas; otros creen suficiente que su mano dibuje como sin ganas unas pocas líneas. Para la perito calígrafo, Mónica Buonomo, los integrantes de este último grupo encuentran en la sencillez de su firma comodidad o simpatía, sin pensar acaso que otra mano podría hacer uso de ella en su contra. “Casi siempre por desconocimiento, las personas muchas veces eligen como esquema firmante un proceso extremadamente sencillo, por lo común, poco extenso, con un diseño que puede ser reproducido con facilidad por un sinnúmero de manos ejecutoras”, explica la perito calígrafo. La experta contó a Defiéndase que le resulta curioso ver en el ejercicio diario de su profesión cómo “esas personas suelen alegrarse de la sencillez de sus firmas, y se contentan con saber que en un apuro o estando ausentes, cualquier allegado podría firmar por ellos y nadie advertiría el engaño”. Lo que no imaginan es el riesgo que corren al optar por una firma fácil de imitar. Aquí van algunas respuestas a las dudas más comunes que se plantea un firmante y los consejos de la perito Buonomo. 

¿Cuáles son los riesgos de tener una firma sencilla? Son muchos, más de los que la gente cree, si entendemos como “sencilla” una firma compuesta por escasos elementos gráficos y fácilmente imitable por terceros. ¿Qué problemas suelen presentar estas firmas tan simplificadas? Recuerdo el caso de una persona que firmaba con un esquema formado por dos trazos cruzados a modo de “equis”. La mayoría de las veces se encontraba ante firmas que no sabía si eran realmente de su autoría, con todos los inconvenientes que esto le traía. Más serio aún es en el caso de aquellos individuos con responsabilidades públicas, como por ejemplo un juez, donde los trastornos que pueden ocasionar este tipo de dudas son enormes. ¿Por qué, sin embargo, muchas personas eligen una firma fácil? Porque se identifican con esa estructura determinada y no con otra, y la mantienen en el desconocimiento absoluto de los riesgos que corren. No obstante ello, y más allá de nuestro consejo, cada uno cuenta con total libertad para elegir la forma o el diseño que va a tener su firma. ¿Una firma más elaborada facilita la tarea del perito calígrafo? Sin duda. Cuantos más elementos gráficos presente el diseño elegido como firma, mayor cantidad de elementos tendrá el perito para determinar sobre su autenticidad. Si una persona que tuvo siempre una firma fácil decide cambiarla, ¿puede tener problemas? Mientras la persona actualice el nuevo diseño en todos aquellos lugares donde haya registrado su firma con anterioridad no tendría porqué tener problemas. De cualquier modo, llegado el caso, el perito puede acceder a todos los registros de un individuo y armar así su “historia gráfica”. Es decir, que a los fines de una investigación, el profesional se encuentra al tanto de las variantes realizadas por una persona a lo largo de los años. ¿Se puede tener más de una firma o sólo la que identifica a su persona? En realidad, uno debe tener un único “sello personal”, pero se acepta una mediafirma o inicial, como modalidad abreviada, en los casos que esa persona debe estampar por motivos laborales múltiples firmas por día. De agregar esta variante, deberá también registrarla. ¿Qué se debe tener en cuenta al elegir la firma que nos va a representar? Es importante destacar que al hacer una firma difícil de falsificar, los riesgos a los que se expone la persona son menores. Por el contrario, cuando los elementos son tan escasos, no siempre un perito calígrafo podrá dilucidar exitosamente el problema que se plantea. Como todas las técnicas, la técnica pericial caligráfica presenta limitaciones que se vinculan en forma directa con la calidad y/o cantidad de automatismos –elementos personales, identificatorios de un patrimonio escritural- que ofrezcan las firmas o escrituras a analizar.

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