¿Por qué me detienen si yo no hice nada?

Maximiliano llegó a la cancha para ver jugar a su amado Racing. Pero terminó adentro de un calabozo sin saber por qué. Cuando salió de la comisaría se enteró de que su equipo del alma le había ganado a Talleres 3 a 0. Quince horas después.
Se jugaba la quinta fecha del Clausura. En cancha de Racing, el local se medía con Talleres. Ese viernes 1 de marzo, Maximiliano López Santos, de 22 años, encadenó su moto en el playón que está por la entrada de Italia, a metros del estadio. Un guardia de seguridad le avisó que no la podía dejar allí y que vaya a hablar con el guardia de la puerta. En ese instante lo sorprendió personal de Infantería de la Policía con el clásico: Todos contra la pared, para Maximiliano y unos 15 hinchas más. La segunda orden fue más drástica: Todos arriba. Los cargaron en el celular hasta la comisaría 1ª de Avellaneda. Dijeron que queríamos entrar con banderas más grandes de las permitidas y que pelearon con la cana y que por eso nos detuvieron, pero es todo mentira – cuenta Maximiliano. No había ninguna bandera y además yo no conocía a los demás, sostuvo el hincha. En la comisaría, uno a uno fueron pasando todos delante del escritorio para firmar el acta policial. Cuando le tocó el turno a Maximiliano, dice que quiso negarse a firmar pero me obligaron a firmar igual y me acusaron de portar un arma blanca, se resigna. ¿Qué iba a hacer?, ¿acusar a alguno?, si después tenía que compartir el calabozo con ellos; me hubieran matado. Los 15 detenidos convivieron 15 horas apretujados en un calabozo. No entrábamos para poder acostarnos, señala Maximiliano. Aquel día Racing le ganó a Talleres 3 a 0. El padre del joven se enteró del resultado al instante por la radio. De la detención de su hijo, recién lo supo quince horas después.