Pareja despareja

Marcos, de 15 años, vivió un romance con su profesora de gimnasia, Cristina, de 40. Hasta reconoció que mantuvo relaciones sexuales con ella. Él está contento con el noviazgo de novela que tuvo, pero sus padres están furiosos con la docente y hasta la demandaron por abuso sexual. ¿Cómo lo pueden comprobar? Si el chico estaba de acuerdo y consciente de sus actos, ¿la profesora es verdaderamente culpable?
El paso a paso en estos casos
Lo primero que se hace es que la supuesta víctima se presente en la Fiscalía correspondiente para declarar y contar su historia. Luego, se someterá a diferentes pericias psicológicas y a una posterior Cámara de Gesell (habitación acondicionada para permitir la observación de personas, especialmente de psicólogos) y, finalmente, los resultados de las pruebas le permitirán al fiscal determinar el grado de madurez del adolescente y si existió abuso sexual por parte de éste.
¿Qué pasa si el chico sabía lo que hacía?
Si los resultados de las evaluaciones psicológicas comprueban que el alumno era totalmente consciente del acto que estaba realizando y que posee una madurez sexual, la profesora estará libre de toda culpa y cargo.
¿De lo contrario?
Si las pruebas dejan dudas o niegan que el menor haya sido cómplice de la relación amorosa, el adulto será arrestado por haber influenciado al chico y por considerarse abuso sexual,
¿Qué dice la ley para estos casos?
El caso está enmarcado en el artículo 120 del Código Penal que condena de 3 a 6 años de prisión, a quien haya abusado de un menor de 16 años, aprovechándose de su inmadurez sexual en razón de la mayoría de edad del autor del delito. Sin embargo, la ley permite que el delito sea excarcelable en el caso en el que el menor tenga entre 13 y 16 años y haya consentido la relación. Y cuando la víctima es un menor de 12 años, se considera que es una violación.
Un tema muy discutible…
Históricamente, este caso es uno de los más debatidos en la sociedad apenas sale a la luz. Por un lado se encuentran los que afirman que la ley es muy clara para estos sucesos y, por otro, los que aseguran que habría que modificarla o «darle un nuevo repaso». Por ejemplo, para Noemí González, que está al frente del organismo que realiza los informes psicológicos y psiquiátricos que los jueces piden en los casos de abuso sexual a menores, «a los adolescentes no se los considera capaces de ser responsables plenos de sus actos, aunque los consientan» Y aclaró: «Aunque la ley diga lo contrario, son mucho más influenciables cuando la manipulación de la voluntad es ejercida por el adulto».
Estudio JURIVIS