Inspectores laborales

Son sólo 30 para inspeccionar más de 100.000 establecimientos porteños. Si, casualmente, lo llegan a visitar, le contamos cómo puede diferenciar un inspector laboral verdadero de uno «trucho».
¿Cómo identifico a un inspector laboral acreditado? Los inspectores laborales poseen una credencial con su foto color, datos personales y profesionales. La credencial reza: ´Gobierno de la Ciudad, Secretaría de Desarrollo Económico, Dirección General de Relaciones Laborales y Protección del Trabajo´. En el reverso de la tarjeta, hay un 0800 de la Dirección para consultas. ¿Cómo averiguo que la credencial es la verdadera? Llamando al 0800-333-3484. Allí podrá constatar si ese agente está habilitado y le asignaron inspeccionar ese lugar, ese día. Florencio Varela, responsable del área de Protección del Trabajo de la citada dirección, advirtió sobre la presencia de eventuales inspectores truchos o de personas que trabajaron en su momento como inspectores y que ´se hayan quedado con alguna credencial del Ministerio de Trabajo en su poder.´ ¿Y si el inspector está habilitado, pero me quiere ´coimear´? Puede también denunciarlo al mismo número o al 0800-222-2224 del gobierno porteño. El abuso de autoridad por parte del inspector, será motivo suficiente para iniciarle un sumario administrativo. ¿Cómo controla la Dirección a sus propios inspectores? La Dirección de Relaciones Laborales porteña, tomó algunas precauciones. Una es la línea 0800 de denuncias. Otra es que, los inspectores desconocen cuál es su recorrido del día, a fin de evitar que el agente se familiarice con una zona determinada. Además, como medida de seguridad, cada inspector debe dejar su credencial y el acta de inspecciones en la Dirección antes de retirarse a su casa, aportando a su labor una mayor transparencia. Por otra parte, la Dirección cuenta con una suerte de auditoría interna, compuesta por un equipo ajeno al grupo de inspectores. Ellos verifican por muestreo, si los datos presentados por el agente son correctos. ´También los gremios nos brindan información, la que podemos usar a modo de auditoría externa para control de nuestra gente´, señaló Varela.
¿Cuántos inspectores laborales hay en la ciudad? Son apenas 30 agentes, de los cuales 10 se encargan de inspeccionar el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad de los establecimientos. Los otros 20 vigilan que se cumpla la normativa laboral. ¿Cuántos establecimientos deben inspeccionar? Están a cargo del control de más de 100.000 empresas y unas 1.000 obras en construcción. Un número imposible para tan poco personal. El doctor Varela reconoció que 30 inspectores: ´es muy poco. Tendríamos que tener 100. Llamamos a concurso para tener al menos 50´. Por lo tanto, la inabarcable tarea de inspección se vuelve selectiva. ´Privilegiamos sobre todo las obras en construcción, los frigoríficos, las tintorerías ecológicas, molinos y fraccionamiento de sustancias tóxicas, por el riesgo físico que implican estos lugares para el trabajador´ señaló Varela. ¿Cuántas inspecciones hacen por año? Desde el 1 de febrero último, la Dirección realizó 3296 inspecciones. A fin de año, serán unas 5000. ´Se da cuenta que es sólo el 5% de todos los establecimientos – confesó el funcionario. ´Tendríamos que estar entre las 10 mil y 15 mil inspecciones para, en un plazo de siete años, haber inspeccionado todas las actividades de la ciudad´, afirmó Varela ¿Qué facultades tiene la Dirección? La Dirección de Relaciones Laborales se creó en 1999. Pero comenzó sus funciones el 1 de febrero de 2001, porque hubo que esperar a que la Legislatura porteña promulgara la ley que le entregara sus facultades. Los inspectores laborales, además de realizar su tarea, pueden solicitar al inspeccionado elementos propios de otros inspectores, como son: la habilitación municipal o los aportes y contribuciones de la seguridad social. ´Si advertimos la irregularidad, nosotros la comunicamos al organismo pertinente para que tome cartas en el asunto´, sostuvo Varela. La Dirección también posibilita el acuerdo entre las partes, a través de una audiencia de conciliación voluntaria. En caso de aceptar, los interesados deben asistir con un abogado. Si no hay acuerdo, deberán seguir el pleito en el SECLO (Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria), dependiente del Ministerio de Trabajo. Si tampoco allí arreglan, tendrán que verse las caras en un juicio.