El trabajo de ser empleado

El trabajo de ser empleado

Fernando, Eva y Silvana trabajan en lugares distintos, en tareas diferentes. Sin embargo tienen algo en común: sufren humillaciones, maltrato psicológico y otros tipos de abusos por parte de sus jefes. ¿Cómo pueden hacer para ponerle fin a esta situación? ¿Cómo se  prueban los abusos?


Lo que le pasó a Silvina

«Trabajé en un bingo durante cuatro años como promotora, y en ese tiempo fui víctima de innumerables abusos, tanto físicos como psicológicos. La jornada de trabajo es de 10 horas y el descanso es de tan solo 30 minutos en toda la jornada.  Estoy parada todo el tiempo vendiendo cartones entre el continuo smog que hay en el lugar. No me dejan ir al baño cuando tengo ganas. Además fui suspendida por motivos ridículos. Tuve que firmar las correspondientes suspensiones por necesidad, ya que me obligaban a hacerlo. De otra manera era castigada. Estos castigos incluían sacarme los francos, sin ser devueltos ni liquidados a fin de mes. Si hacía mal una cuenta mi empleador me trataba de ladrona»,  contó Silvina a Defiéndase.

Los malos tratos que le toca sufrir a Eva

«Tengo un montón de problemas laborales, entre ellos, abuso de poder por parte de uno de mis superiores, amenazas, comentarios despectivos, me prohíben hablar, no me forman y me asignan los peores trabajos. Ya no se que hacer…»

La violencia moral que sufre Fernando

«Trabajo en una empresa de transporte, en relación de dependencia hace más de tres años. Tengo un jefe autoritario. Además lee los correos electrónicos de los empleados invadiendo la privacidad de todos ellos. Me humilla verbalmente delante de mis compañeros de oficina. No puedo darme el lujo de renunciar.», expresó, indignado, Fernando.

Estos casos llegaron a las oficinas de Defiéndase. Los tres tienen el mismo problema, empleadores que se creen el centro del mundo y se aprovechan del poder que tienen dentro de la empresa en la que se desempeñan.

¿Qué puedo hacer frente al mal trato de mi jefe?
El abuso psicológico en el ámbito laboral, también conocido «mobbing» no está contemplado en ninguna ley. Sin embargo, si logra probarse que los males que aquejan al empleado son producto de un exceso de presión o de violencia moral en su trabajo, le corresponderá una indemnización integral.

Se recomienda en primer lugar enviarle al empleador un telegrama laboral (que es gratuito a diferencia de la carta documento) exigiéndole que termine con los malos tratos, bajo apercibimiento de iniciar acciones legales. Informe también a las autoridades de la empresa sobre esta situación, a aquellos que estén por encima de su jefe.

Si a pesar de esta medida el acoso continúa, los mismos se podrán considerar una injuria laboral, motivo suficiente para que el empleado se considere despedido sin justa causa. En caso de que esto suceda, exija que le realicen la liquidación correspondiente en la cual deberá estar incluida la indemnización merecida.  Si no quieren indemnizarlo, podrá iniciar contra la empresa un juicio laboral por despido sin causa.

Si en los malos tratos hubo elementos o declaraciones discriminatorias, podrá denunciar a su jefe en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y Racismo (INADI), al 0-800-999-2345, las 24hs y/o (www.inadi.gov.ar) demandarlo en un juicio civil en el cual le exigirá un resarcimiento monetario basado en el daño moral padecido.

¿Tengo algún otro camino, antes de llegar al juicio por despido?
Se aconseja pasar por la instancia de la conciliación obligatoria, la cual no puede evitarse si la empresa se encuentra en el ámbito de la Capital Federal. Por medio de esta mediación se podrá lograr un acuerdo con su empleador para que cese en sus malos tratos y de esa forma mejoren sus condiciones de trabajo. Sin embargo, es casi seguro que su jefe quiera dar por terminada la relación laboral. El Servicio de Conciliación Obligatoria (SECLO), recibe consultas al teléfono 0-800-666-4100 opción 3. Si no se ponen de acuerdo, el juicio será la única alternativa posible. Si la empresa opera en la provincia de Buenos Aires comuníquese al (0221) 429-3600 para ponerse al tanto de los métodos de conciliación posibles.

Otra alternativa puede ser la de realizar la denuncia en el Ministerio de Trabajo. Las mismas pueden ser anónimas. Según fuentes del Ministerio, a los 30 días de recibida la denuncia se procede a realizar una inspección en el lugar de trabajo. Se reciben casos al 0-800-222-2224 o personalmente en callao 114, piso 1º, Capital Federal. (www.trabajo.gov.ar)

¿Cómo se prueba el mal trato laboral?
Es fundamental contar con el testimonio de testigos que estén dispuestos a declarar y a contar las humillaciones que el trabajador está padeciendo. Esto es difícil ya que a veces los compañeros de trabajo, son los únicos testigos y tienen temor de que se tomen represalias contra ellos. En algunos casos los abusos se plasman en papeles escritos o correos electrónicos, sin embargo el porcentaje de estos elementos de prueba es menor. Si el empleador no contesta la intimación que le habíamos mandado mediante el telegrama laboral, estaría reconociendo la persecución, factor que serviría como elemento de prueba. En estos tiempos de nuevas tecnologías puede registrar los hechos con la cámara de su celular o mediante el alquiler de un equipo de cámara oculta.

Estudio JURIVIS S.C.

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