Claudia. Víctima de su marido y de una mala decisión.

Claudia. Víctima de su marido y de una mala decisión.

Defiéndase tuvo acceso al expediente judicial del caso Farré iniciado por la denuncia de violencia de género ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema.

Claudia Schaefer , paralizada por el miedo, denunció a su asesino por violencia ante la Oficina de Violencia Domestica. Quien tomó la denuncia calificó la situación como de ?bajo riesgo?. Una sub-estimación que al final sería fatal.








Cuatro días después, 7 de agosto,  la Jueza Marcela Somer, que actúa como Subrogante en el Juzgado Civil 106, que no tiene juez titular, luego de escuchar a Claudia, se preocupó mucho, y luego de escuchar al defensor de Menores, dejó de lado la calificación de BAJO RIESGO, y consideró que el riesgo podía ser alto. Claudia estaba en un estado de pánico, y La Jueza hizo lugar a las medidas que pidió el Defensor de Menores, Marcelo Jalil.




Jalil, tenía una mala impresión de lo que podía pasar y recomendó  «excluir del hogar» de Avenida del Libertador al denunciado, «prohibiéndole el acceso al mismo a un radio de 300 metros a la redonda y a la persona denunciante en cualquier lugar donde se encuentre». Esta medida dispuesta tenía vigencia hasta el 14 de agosto, es decir, solo 7 días hasta la próxima audiencia. Audiencia en la que  el abogado de Claudia, no pidió la prórroga del plazo de vigencia de la restricción de acercamiento, ya que las partes habían felizmente arribado a un acuerdo, y por consejo de sus abogados, Claudia decidió no instar la acción penal contra Farré. Ella no lo sabía, pero acababa de acordar como iba a suceder la tragedia.





Una semana después de aquella medida cautelar, y  ya vencida la medida de restricción ambas partes acordaron el régimen de visita de sus tres hijos, para que los chicos no perdieran contacto con su padre. También pactaron que el empresario «retirara del domicilio conyugal» sus bienes el miércoles 19 acompañado por su abogada, y que  la Señora Schaefer retirara del country en Pilar también sus pertenencias personales el día viernes 21 de agosto  a las 11.00, en compañía de su abogado,  como toda garantía  y sin  ningún tipo de medida de protección. 

Claudia llegó a la Oficina de Violencia desesperada, con miedo pidiendo protección y la obtuvo. Pocos días después sin un resguardo, sin un oficial de justicia y sin presencia policial fue a la casa del country donde la esperaba su asesino, quien incluso consultó abogados antes de la tragedia, para saber qué pena podría esperarle a alguien que mataba a su esposa. 

Esta mujer fue indefensa. Los abogados, confiados en la Calificación de «bajo riesgo» habrán pensado  que con su sola presencia  bastaba para que las partes arreglaran sus cosas y cada uno se fuera por su lado. Error fatal que terminó destrozando a la familia y poniendo en riesgo el futuro de los chicos.

Violenta es la emoción que te embarga, mezclada con angustia,  cuando te das cuenta con todos estos datos, que este asesinato pudo haberse evitado y que la tragedia no debió suceder si se hubiera hecho lo que correspondía, proteger a la víctima de violencia. Acá se subestimó a Farré y lo que él podría provocar. Otro error fatal.

Defiéndase accedió al acuerdo en el que se decretó la muerte de Schaefer. Y allí los abogados no pidieron ninguna  medida de protección adicional.  Ahora el letrado de Claudia renunció. Ya no hay un divorcio para tramitar, solo un expediente de femicidio, cometido con presunta alevosía y premeditación

Los chicos, un capítulo aparte


¿Con quién y donde están? El juzgado no determinó ni resolvió que debía pasar con ellos. En estos días habría una audiencia para establecer con quien y hasta cuando se quedan las otras víctimas de este crimen. Uno de los cuales es autista y requiere de una atención especialísima y permanente. Ya no está su mamá para cuidarlos.

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