¿Agencias de extras o promotores de engaños?

¿Agencias de extras o promotores de engaños?

Se presentó en la agencia por un aviso del diario. Le prometieron ser la cara de una publicidad de aceite, aparecer como extra en programas de televisión y filmar para un canal de cable barrial. Cuando la joven se cansó de las promesas, le revelaron el verdadero propósito del casting: trabajar de prostituta.

Andrea Ahumada siempre soñó con trabajar en televisión. En cada casting que se presentaba para actuar como extra en programas conocidos y otros no tanto, llevaba dentro de sí la esperanza de que un productor viera en ella una actriz en potencia; un diamante en bruto. Pero no todas son rosas en el camino a la fama. Andrea vivenció el sabor amargo de las promesas incumplidas, de las mentiras en la cara y de las ilusiones deshechas. Tiene 25 años y un hijo de 3, con el que tuvo que hacer malabares para poder repartirse entre sus papeles de mamá y de actriz. ?¿Todo para qué? – se pregunta -. Para que me terminaran estafando?, lamenta responderse. No era la primera vez que iba a probar suerte en una agencia de extras. Pero nunca se había sentido usada como la última vez, cuando a mediados del año pasado se acercó hasta una agencia atraída por un aviso clasificado que buscaba aspirantes a actores y actrices con ganas de trabajar en programas de televisión y publicidades gráficas. Llevó su carpeta de presentación: un currículum y fotos propias. En la entrevista, el productor le habló de la infinidad de proyectos que rondaban por su cabeza, y en todos intuyó poder participarla a ella. Pero pasada la etapa del necesario encantamiento, llegó el momento de la verdad: a los pocos minutos de encandilarla con las luces de los set televisivos, le insinuó en parte de qué se trataba el negocio. Hay que sacar fotos nuevas, le dijo sin rodeos; te salen 40 pesos, más 12 de gastos administrativos. Andrea obviamente accedió, si con 52 pesos tenía a su alcance la llave de la felicidad. A cambio le dieron un recibo común, de esos que se compran en cualquier librería. Una segunda pista en el juego de la truchada. Las fotos habían salido muy lindas y era necesario mostrarlas para que visionarios productores descubrieran el ángel de su figura en la boutique de los cuerpos; subirlas a la página web de la agencia también tenía su precio: 15 pesos. Pasaron días, semanas, un mes, dos, y nadie había preguntado por Andrea. El productor, entonces, en un rapto de inspiración, advirtió en sus facciones el perfil ideal para hacer una publicidad de aceite de cocina. También, por qué no, para otra publicidad de ron que pensaban rodar unos cubanos en el país. O como extra en un programa de Pol-ka; y, sabés qué, una vez que te vean en una tira de Suar, tenés trabajo asegurado por largo rato. Sólo era cuestión de esperar. Y de prepararse; porque una actriz extra no puede serlo en su plenitud sin un ejercicio de capacitación y sin haber hecho antes pruebas de cámara, le explicaron convenientemente. Por otros 40 pesos, Andrea comenzó un curso de dos meses los sábados de 9 a 12 de la mañana. Por fin el esfuerzo parecía dar sus frutos. Un día la citaron junto con los demás aspirantes a un bar donde supuestamente se grababa el programa ?Música en órbita?, a salir por un canal de cable zonal, de Villa Madero. Había cámaras, maquilladoras y coreógrafos que indicaban los pasos de baile, como en un programa de verdad. Pero el programa nunca salió al aire; sencillamente porque no existía siquiera el canal de televisión. La máscara cada vez más pesada de los productores terminó por caer. Finalmente confesaron el motivo verdadero del casting, que tantas fotos y horas en cursos de expresión corporal habían demandado. ?Me ofrecieron trabajar de copera, sí de prostituta, en un bar de uno de los socios de la agencia. Y para hacer películas porno en el exterior?, reveló indignada. Andrea siente que la estafaron más en el plano moral que en el económico. Quiere ?que esa gente pague por las mentiras que les hace creer a chicos y chicas como yo, que buscan un trabajo y son engañadas en su buena fe?. ¿Dónde puedo denunciar a estos falsos productores? En el negocio que manejan estos señores se advierten varias irregularidades: incumplimiento de contrato, evasión impositiva, estafa; aunque todas difíciles de sopesar, dada la informalidad con que se mueven estas personas para evitar ser apresadas. José Laquidara, coordinador del Sistema de arbitraje del consumo de la Secretaría de Defensa del Consumidor (DC) explicó a Defiéndase que, para poder denunciar a estas personas por la vía administrativa de este organismo, deben haberse cometido infracciones a las reglas de consumo establecidas en la Ley 24.240. El funcionario expresó que ?si en el aviso clasificado la agencia promete a los participantes trabajo en programas de televisión o publicidad y luego no lo hace, está infringiendo las condiciones del artículo 8 de la Ley. Si en cambio, ofrece contactar a los aspirantes con otras agencias, con expectativas laborales pero sin promesa de trabajo, ese servicio se agota en la mera vinculación con esas agencias o en colocar las fotos en la vidriera de internet y, por lo tanto, no se consuma la infracción?, explicó Laquidara. De acuerdo con el artículo 8 de la Ley de DC: ?Las precisiones formuladas en la publicidad o en anuncios, prospectos, circulares u otros medios de difusión obligan al oferente y se tienen por incluidos en el contrato con el consumidor?. Por otra parte, si los presuntos productores ?firmaron alguna clase de contrato con el/la aspirante, deben cumplirlo según lo pactado?, afirmó Laquidara. Dicho requerimiento está previsto por el artículo 8, cuyo texto señala que: ?Quienes presten servicios de cualquier naturaleza están obligados a respetar los términos, plazos, condiciones, modalidades, reservas y demás circunstancias conforme a las cuales hayan sido ofrecidos, publicitados o convenidos. Si sólo se trató de la entrega de recibos comunes, sin membrete ni firma, la infracción cometida debe ser penalizada dentro de la esfera impositiva, que escapa al radio de acción de defensa del consumidor. ¿Puedo iniciarles juicio? Sí. En forma simultanea con el reclamo administrativo o si éste no prospera, el damnificado puede iniciar acciones legales en el fuero civil y penal. La abogada Mariela Perugini señaló que ?ante un perjuicio de este tipo, cabe demandar a estas personas por daños, dentro de los cuales podrá reclamarse: a) daño moral: por los padecimientos sufridos por quien fue víctima del engaño. b) lucro cesante: por el tiempo que le hicieron perder en la ilusión de trabajar, privándola de la posibilidad de conseguir otro empleo. En cuanto a la instancia penal, debido a la naturaleza de los delitos, se encuadra dentro de los artículos 126 y 172 del Código Penal. Por el 126, se pena con prisión de 4 a 10 años, ?el que con ánimo de lucro o para satisfacer deseos ajenos, promoviere o facilitare la corrupción o prostitución de mayores de edad, mediando engaño, violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualesquiera otros medios de coerción?. También puede acompañarse la cita del apartado del artículo 125, en cuyo ítem fija condenas de 10 a 15 años en caso de que el autor de estos delitos ?fuera ascendiente, marido, hermano, tutor o persona encargada de su educación o guarda o que hiciera con ella vida marital?. En cuanto al artículo 172, se recurre a éste en los casos que se configura una estafa. Dice en forma textual que ?Será reprimido con prisión de un mes a seis años, el que defraudare a otro con nombre supuesto, calidad simulada, falsos títulos, influencia mentida, abuso de confianza o aparentando bienes, crédito, comisión, empresa o negociación o valiéndose de cualquier otro ardid o engaño?.

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